¿Dónde está el Planeta Parto? ¡Y yo qué sé!

parto

He leído algunos libros que cayeron en mis manos durante mi embarazo y que seguro os suenan y muchxs de vosotrxs habréis leído también. Libros que «estaban de moda» en la red maternal donde me movía, escritos en muchos casos por expertos en ciertas áreas cercanas a la maternidad (ginecólogos, matronas, pediatras…), gurús en la materia en la que vivía inmersa día y noche: Iba a ser madre y necesitaba documentarme.

Seguro que a muchxs os pasa, ya seáis madres o padres primerizos, que de pronto sentís un abismo ante vosotros, «no tengo ni idea de lo que me espera», «No tengo ni idea de LO QUE SE ESPERA DE MI cuando me convierta en madre/padre». Y de esto trata este post.

Me centraré más en el papel de la mujer que dentro de poco se convertirá en mujer-madre y no tiene ni idea de lo que significa eso (obvio por otro lado, nunca ha sido madre antes) y se preocupa por «hacerlo bien». Entonces se lee todo libro sobre parto-maternidad-crianza-lactancia que cae en sus manos, o le recomienda su red maternal, o de pronto se convierte en best seller, o el cual se comenta y recomenta positivamente en redes sociales. Y de pronto comienza a familiarizarse con términos como «puerperio», «lactancia en tándem» o «planeta parto». Quiere hacerlo muy bien y visiona «partos orgásmicos» en Youtube y se empieza a dar masajes perineales con aceite esencial X y asiste a alguna sesión de hipnoparto. Además no se pierde su clase semanal de «yoga para embarazadas» y se apunta a un intensivo de canto prenatal porque ha oído que la cavidad vaginal está íntimamente relacionada con la cavidad bucal. Quiere estar preparada, quiere hacerlo muy muy muy bien.

Dejando claro que opino que la información es poder y que yo fui la primera que hizo, si no todo, buena parte de lo que cito arriba, quería añadir que muchas de las expectativas que yo misma me creé sobre mi parto-lactancia-puerperio-crianza dista mucho de lo que luego viví realmente. Y cuando lo viví me sentí en ocasiones juzgada. Juzgada por muchos a mi alrededor pero fundamentalmente juzgada por mí misma y todo lo que había leído-visionado-aprendido en los meses de embarazo. No sé si me explico. Pondré un ejemplo:

El Planeta Parto. ¿Dónde está? ¿Qué es? ¿Me fui mientras parí a mi hija? ¿hubo alguna interferencia durante el mismo para que no pudiera embarcarme en el viaje?….

Y digo yo: ¿qué más da? Parí a mi hija, me dejé llevar, tuve la suerte de decidir dónde parirla y quién me acompañaría en ese momento. Me sentí respetada en mis decisiones. ¡Pues ya está!

Con esto no pretendo dar lecciones a nadie, simplemente quería plasmar que hoy me doy cuenta de que cada mujer es única en el mundo y que no existen fórmulas universales para parir, ni para lactar y mucho menos para criar. Que si Michelle Odent dice que la presencia del padre entorpece el proceso de parto se equivoca, porque en mi caso eso no ocurrió. Que si Thomas Verny y John Kelly dicen que todo lo que nos sucede durante los nueve meses de gestación moldea nuestra personalidad, motivaciones y ambiciones significa que miles de mujeres embarazadas vivirán esta experiencia como un intento imposible de mantener un estado de equilibrio emocional constante (con la ansiedad que provoca eso, por otro lado). Que si Rosa Jové dice que no le gusta la palabra «límite» me niego a sentirme mal si en mi circunstancia personal no quiero borrarla de mi diccionario.

Y como estos, mil ejemplos más. No me arrepiento de haberme documentado, de hecho sigo leyendo sobre maternidad y crianza pero sí me queda un amargor de haberme dejado influenciar en exceso por estos gurús que en su día me señalaron con el dedo y me dijeron: «Yo conozco el secreto para hacerlo muy bien».

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25 de Noviembre: Día Internacional contra la Violencia Obstétrica

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El mes de Noviembre se caracteriza por los gritos de lucha contra la violencia hacia las mujeres, gritos ahogados en la oscuridad del patriarcado, gritos de indignación e incredulidad de que, todavía a día de hoy, sigamos gritando por lo mismo, hombres y mujeres feministas…

Este tipo de violencia se ejerce sobre mujeres de cualquier país, cultura, religión y escala social. Además de cualquier entorno social o laboral. Lo único que hace falta en escena es la presencia de una mujer a la que humillar, ningunear, marginar, abusar, insultar, asesinar, mutilar, agredir, golpear, silenciar, atacar, aniñar, menospreciar… el momento y el lugar es lo de menos. Da igual que la mujer sea una niña, una adolescente, una mujer madura o una anciana; tampoco importa si es una mujer sana o enferma; ni si quiera hay excepción con las mujeres embarazadas ni con las que están de parto.

Y aquí me detengo porque, aunque evidentemente detesto cualquier tipo de violencia hacia las mujeres, este blog habla de maternidad, y existe una violencia que se ejerce dentro de los paritorios y también en muchos partos domiciliarios (vuelvo a repetir que el lugar es lo de menos siempre y cuando haya una mujer sobre la que ejercer violencia) que atenta directamente sobre las madres: Hablo de la Violencia Obstétrica.

Dos asociaciones argentinas pro parto respetado (Dando a Luz y Maternidad Libertaria) elaboraron una serie de preguntas para identificar fácilmente la Violencia Obstétrica y que las usuarias comenzaran a despertar y apoderarse de sus partos (o pelear contra los que se lo robaron). Aquí os dejo las preguntas:

TEST DE VIOLENCIA OBSTETRICA

Marco Legal: Ley Nacional N°26485, Ley Nacional N°25929

Mientras estabas internada en la clínica u hospital, con contracciones de trabajo de parto,

1. ¿El personal de salud hacía comentarios irónicos, descalificadores o en tono de chiste acerca de tu comportamiento?

2. ¿Te trataron con sobrenombres (gorda) o diminutivos (gordita-mamita-hijita) como si fueras una niña incapaz de comprender los procesos por los cuales estás atravesando?

3. ¿Fuiste criticada por llorar o gritar de dolor, emoción, alegría…, durante el trabajo de parto y/o el parto?

4. ¿Te fue difícil o imposible preguntar o manifestar tus miedos o inquietudes porque no te respondían o lo hacían de mala manera?

5. ¿Se realizaron alguno o varios de los siguientes procedimientos médicos sin pedirte consentimiento o explicarte por qué eran necesarios?

Rasurado de genitales – Enema – Indicación de permanecer acostada todo el tiempo – Rotura artificial de bolsa – Administración de medicación o goteo para «apurar» el parto – Tactos vaginales reiterados y realizados por diferentes personas – Compresión del abdomen en el momento de los pujos – Episiotomía – Cesárea – Raspaje del útero sin anestesia

6. En el momento del parto, ¿te obligaron a permanecer acostada boca arriba aunque manifestaras tu incomodidad en esa posición?

7. ¿Fuiste obligada a quedarte en cama impidiéndote caminar o buscar posiciones según tus necesidades?

8. ¿Se te impidió estar acompañada por alguien de tu confianza?

9. ¿Se te impidió el contacto inmediato con tu hija/o recién nacido antes de que se lo llevara el neonatólogo para control? (acariciarlo, tenerlo en brazos, verle el sexo, hablarle, darle el pecho, etc.)

10. Después del parto, ¿sentiste que no habías estado a la altura de lo que se esperaba de ti (que no habías «colaborado»)?

11. ¿Podrías decir que la experiencia de la atención en el parto te hizo sentir vulnerable, culpable o insegura?

Si la respuesta a cualquier de estas preguntas es sí, fuiste víctima de violencia obstétrica.

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Este test engloba muchas formas de violencia hacia las mujeres en trabajo de parto y me gusta repasarlo de vez en cuando para recordar que no sólo se trata de violencia cuando la mujer sufre insuperables secuelas físicas tras el parto, o cuando muere su bebé por una mala praxis, o cuando se siente violar por varios estudiantes sometiéndose a innumerables tactos uno detrás de otro… (que por supuesto no hay duda de la brutal violencia ejercida en estos casos). Sino que también existen micromachismos en este ámbito no menos inofensivos hacia la integridad de las mujeres.

Toda esta mierda, hablando claro, hay que pararla y hay que hacerlo ya. Es una pelea constante, una lucha sin final esta de la igualdad entre mujeres y hombres, pero no os vengáis abajo: mujeres; no os confiéis vosotros: víctimas del patriarcado; porque somos muchxs lxs que queremos que la historia cambie y cambiará.

Una de ellas es la matriactivista Jesusa Ricoy que desde su iniciativa The Roses Revolution nos transmite este mensaje:

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Y así será, mañana 25N, hay todo un movimiento preparado contra la Violencia Obstétrica. ¿Cómo puedes participar? Muy fácil:

rosa

  • Utiliza la imagen de la rosa como foto de perfil en tus canales sociales.
  • Difunde mensajes contra la Violencia Obstétrica en Twitter con los hastag #StopViolenciaObstétrica #StopObstetricViolence 
  • Si tienes un blog, puedes escribir un post (o los que quieras) para concienciar sobre este grave problema y tus ganas de erradicarlo del mapa.
  • Imprime testimonios de mujeres víctimas de Violencia Obstétrica y déjalos a las puertas de las maternidades donde sabes que se ejerce, junto con rosas.
  • Y ¡todo lo que se te ocurra!

 

Cantando A Mamá este año se suma a la campaña, espero que tu también. 

Por el fin de la violencia hacia las mujeres
Porque nacer sea un acto digno
Porque lo partos sean en libertad y respetados

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¡Siéntete triunfadora! (Semana Mundial de la Lactancia Materna 2014)

Cuando leí el eslogan propuesto por la WABA para la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año, sentí una tremenda satisfacción: Lactancia Materna: Un triunfo para toda la vida.

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El mirar a mi hija ahora, tras 15 meses de lactancia a demanda, en la que ya no es necesaria la ingesta de probióticos, donde las lágrimas y el dolor han quedado muy atrás, ahora que no existen dudas ni miedos y hemos aprendido a danzar bajo la mejor técnica el baile de nuestra lactancia… hace que me sienta una triunfadora.

Hoy puedo decir: Doy el pecho a mi hija. La he alimentado de manera exclusiva con mi leche hasta los seis meses y tras éstos han venido muchos más en los que siempre que ha demandado un abrazo de leche lo ha tenido.

Muchas veces he dudado de mí misma, he pensado que «no iba a poder», me he preguntado «esas madres, ¿cómo lo hacen?», me he querido morir de la impotencia, del dolor agudo de una mastitis que duró más de 5 meses… Pero la realidad es que la lactancia triunfó y ese triunfo será para toda la vida. No usé pezoneras, no tomé antibióticos, no suplementé en ningún momento a mi hija con leche que no fuera mía. Sí pedí ayuda, sí me dejé asesorar por grupos de madres, por doulas y consultoras de lactancia; sí recibí el abrigo de la tribu, sí analicé mi leche en laboratorio y tomé probióticos, sí recogí cada e-mail de apoyo en mi corazón. Reconozco que fue mi decisión, y no digo que sea la acertada (que nadie me mal interprete), símplemente fué la  mía y triunfé o desde luego me siento así.

A veces la lactancia no es cómo esperabas que fuera y encuentras obstáculos, dejas de disfrutar y te frustras. En cualquier caso: NO ERES CULPABLE. En este punto cualquier decisión que tomes será la acertada. El Dr. José María Paricio dice en su libro Tú eres la mejor madre del mundo «(…) entre una semana de lactancia y ninguna, más vale una; un mes y medio es mejor que uno y uno mejor que ninguno. Hasta donde tú decidas estará bien, hasta donde tu bebé pueda será lo mejor.» De manera que la lactancia materna sieeeeeeempre triunfa.

Por eso entre el 1 y el 7 de agosto se celebra a nivel mundial este acto de amor que nos brinda la naturaleza a madres y bebés. Y en concreto el 1 de agosto, el Día Mundial de la Lactancia Materna. Si te quieres unir a la fiesta ayúdanos a difundir el mensaje para normalizar la lactancia y sus beneficios innumerables.

¿Te apetece participar?

  1. Si tienes un blog y quieres participar con un artículo que hable de lactancia materna, enlázalo al carnaval bloguero. Para eso copia este código en el editor de html de tu blog. El carnaval bloguero estará operativo desde este mismo momento hasta el día 7 de agosto (que es cuando termina la Semana Mundial de la Lactancia Materna).
  2. Si quieres que tu blog aparezca en la lista del carnaval anota la url del artículo aquí
  3. Si te gusta diseñar puedes hacer alguna imagen especial para el evento y si no, puedes usar esta imagen:
  4. Dialactancia_2014_zpsdf217be9El día 1 de agosto (y el resto de la semana de la lactancia materna) publica información o artículos sobre lactancia materna en la redes sociales. El hastag para el día 1 de agosto es #dialactancia y el resto de la semana de la lactancia materna usaremos #semanalactancia
  5. Programa tu publicación en las redes sociales si no puedes estar disponible ese día. Puedes programar los tweets con hootsuite (es gratis).

¿Y si no tengo blog?

Si no tienes blog también puedes ayudarnos utilizando el hastag #dialactancia el día 1 de agosto y #semanalactancia el resto de la semana, compartiendo información o artículos sobre lactancia y celebrando la semana con nosotras.

Hemos creado un grupo de Facebook para intentar organizar este día tan especial, te invito a visitarlo y a poner tu granito de arena.



¿Quién se anima a triunfar?

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La maternidad es un arte

Quiero compartir con vosotrxs la obra de arte en la que ha convertido nuestra maternidad la artista Nancy Coste. Cuando mi hermana me comentó que una fotógrafa buscaba a madres lactantes que quisieran posar totalmente desnudas y de manera voluntaria dando el pecho a sus bebés y niñxs, no lo pensé mucho tiempo: quería tener ese recuerdo, quería congelar para siempre este momento, mi maternidad. Cuando luego indagué sobre la artista me quedé fascinada por su trabajo y ya no hubo ninguna duda: LO HARÍA. Y lo mejor de todo era que mi hermana vendría a Madrid para fotografiarnos juntas con nuestra prole. La foto formaría parte de una serie llamada Milk en la que la lactancia materna es la protagonista. Podéis ver el resto de las imágenes en su página de facebook.

El día de «las fotos» quedamos cerca del estudio de Nancy y estábamos un poco nerviosas, pero en cuanto nos abrió la puerta y entramos en ese maravilloso ático supimos que estábamos en manos de toda una profesional. En el estudio no había nadie más, sólo ella con su amplia sonrisa y mirada transparente.

Me sorprendió la naturaleza con la que se desnudaron mis sobrinas y entendí que lo que allí se respiraba era arte del bueno, donde el pudor no tiene cabida y cualquier cuerpo es bello tras la cámara de Nancy Coste.

Durante la sesión me sentí genial, amamantando a mi hija rodeada de esos tapices del siglo XVIII. Pensé que merecíamos estar ahí, que nuestra lactancia era digna de admirar, que nuestros cuerpos eran líneas perfectas para la composición del mejor de los cuadros. Y pensé en todas las mujeres, poderosas musas de innumerables obras de arte, fuente de inspiración para todas las demás madres que se sienten perdidas, confusas, al borde del abismo a veces… Mujeres que se sienten superar por ellas mismas porque nunca imaginaron el poder tan grande que las aguardaba.

En la imagen te miro serena, protectora, segura, tranquila, pero a la vez desafiante, inalterable, loba, poderosa… Mi niña mira al cielo o a ninguna parte, juega con mi pecho mientras mama y se aprecia la plenitud y seguridad que encuentra en mis brazos. No la soltaré nunca y lo sabe. Siempre estaré ahí, sosteniendo su alma cada vez que lo necesite.

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By Nancy Coste

Tras varios flases, risas y alguna que otra acertada indicación de Nancy, ésta levantó su rostro tras la cámara y dijo «tengo la foto, ¡la tengo!». Nunca imaginé que días más tarde recibiría esta maravilla. Todo mi agradecimiento a la artista.

La maternidad es sagrada y merece ser tratada, como menos, cual maravillosas obras de arte.

*IMPORTANTE: Esta foto es propiedad de la artista Nancy Coste y está protegida al aparecer menores de edad en ella. Por favor, no difundas su contenido por separado ni la descargues en tu PC. Si deseas compartirla envía el enlace a la entrada de este blog. Muchas gracias.

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El deber de las madres

Parece que el decidir ser madre conlleva muchas veces (por no decir siempre) una serie de obligaciones socialmente impuestas de las que pocas podemos pasar por alto sin ser, como menos, juzgadas. Desde el momento en que te enteras que estás embarazada piensas «¿seré una buena madre?». Y esa pregunta se extrapola casi por arte de magia a cada movimiento, acto o cosa que se te ocurra expresar de cara al resto del mundo. Pero, ¿qué es una buena madre? ¿La que hace lo que debe, lo que espera de ella la sociedad? ¿La que está a la altura?

A ver si consigo explicarme: a continuación voy a escribir algunas frases, a ver si os sentís identificadas.

  • Tengo que hacer algo de deporte durante el embarazo (nadar, dar largos paseos, hacer ejercicios de Kegel, pilates, yoga…)
  • Tengo que comer de manera equilibrada.
  • No tengo que engordar más de X kg durante el embarazo.
  • Tengo que avisar a la familia cuando nazca el bebé para que lo conozcan.
  • Tengo que controlar mi estado de ánimo durante el puerperio, ¡no tengo que llorar todo el tiempo!
  • Tengo que dar el pecho / No tengo que dar el pecho.
  • Tengo que recuperar mi figura lo antes posible.
  • Tengo que empezar a destetar a mi hijo antes de incorporarme al trabajo.
  • Tengo que prestar más atención a mi pareja.
  • Tengo que ser paciente en cualquier circunstancia.
  • Tengo que aprovechar que el bebé duerme para limpiar la casa, hacer la comida, etc.
  • Tengo que empezar a establecer unos horarios de comidas y sueño en mi bebé.
  • Tengo que empezar a pensar en pasar a mi hijx a su habitación.
  • Tengo que aprender a poner límites.

Y así podría poner un sin fin más. Ahora os pido una cosa: volved a leer las frases pero cambiando el «tengo que» por la palabra «quiero» y decidme con cuantas os identificáis. Todas las frases que os chirríen borradlas de la lista y de vuestros deberes como madre y no volváis a sentir culpa por algo que verdaderamente, en lo más profundo de vosotras no queréis hacer.

Lo ideal es crear vuestra propia lista de deberes, obligaciones que os rondan una y otra vez la cabeza, frases que os dice vuestra vecina, vuestra madre o incluso alguna amiga. Y hacer el ejercicio de inversión de palabras para quedaros con la mujer que sois y no con la madre patriarcal estereotipada que nos venden las marcas de belleza. Porque además solo vosotras sabéis la maternidad que queréis vivir.

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Las mujeres, por lo general, somos juzgadas en cualquier ámbito de nuestra vida, y en concreto en el sexual-reproductivo cualquier persona puede opinar, «darnos consejos» e incluso directamente entrometerse y decidir por nosotras. Muchas veces sentimos tal presión social por lo que se espera de nosotras mismas que directamente nos anulamos y la palabra «quiero» desaparece de nuestra mente para ser (mal)sustituida por un «debo» o «tengo que».

Coge las riendas de tu vida, mujer, y experimenta tu maternidad como te de la real gana, porque ¿sabes una cosa?: ES TUYA Y DE NADIE MÁS.

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Semana Mundial del Parto y Nacimiento Respetados 2014

Hoy arranca la Semana Mundial del Parto y Nacimiento Respetados 2014, que este año se celebra bajo el lema Birth is Empowering (traducible como “Nacer es empoderar” aunque la versión española ha quedado en “Parir es poder“) propuesto por La ENCA (European Network of Childbirth Associations – Red Europea de Asociaciones sobre el Nacimiento).

CARTEL SMPR2014

En ella, como cada año, asociaciones pro parto respetado de todo el mundo propondrán a lo largo de la misma, actividades relacionadas con el respeto al parto y nacimiento.

En el caso de El Parto es Nuestro la actividad propuesta es la proyección del documental NEIXER de Ana Victoria Pérez, una mirada reflexiva sobre el parto en nuestro país donde se suceden testimonios de usuarias y profesionales de distinta índole, con una bella estética. Una película para cuestionarse el sistema y mejorar la atención y el respeto del parto. Tras el mísmo, se abrirá además una charla-coloquio con el lema «Parir es Poder», donde lxs asistentes debatirán sobre lo que han visto y sus propias experiencias.

Yo coordinaré una de las proyecciones (en Madrid-Vallecas). Será el viernes 23 de mayo a las 17h. Os dejo aquí el cartel con los datos por si os interesa asistir. El acto es completamente gratuito. claro.

cartel proyección

Paralelamente, desde la asociación, se está haciendo un llamamiento global para elaborar un vídeo viral que circule por la red en el que personas anónimas defiendan el parto respetado añadiendo un mensaje a la frase «Parir es poder…». Si quieres participar es muy fácil:

Descárgate el pdf Parir es poder, imprímelo y añade tu mensaje. Utiliza un rotulador grueso y letras mayúsculas para que sea lo más visible.

Hazte un foto con el cartel sobre tu pecho (puede ser con la cámara del móvil). Envíanos la foto al siguiente correo electrónico: asturias@elpartoesnuestro.es Descarga también los otros adjuntos. Hacen referencia a la cesión de la foto. Si en ella sale algún menor, necesitamos que descargues también el pdf «Cesión fotos niños»,  en caso contrario con el pdf «Cesión fotos adultos» nos vale. Fírmalo y envianos la foto o el escaneado del mismo junto con la fotografía que te hayas sacado con el pdf Parir es Poder.

Animaos a participar, recordad que el cambio comienza en nosotros mismos. Un fuerte abrazo a todxs y ¡feliz semana!

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Facebook y la censura

Hace dos días Facebook censuró contenido de mi página de facebook. Se trata de esta imagen que compartí a través de World Protest Against Forced Cesareans, (una plataforma para denunciar la tremenda violencia obstétrica que sufrió la brasileña Adelir al ser sometida a una cesárea policial) en la que se aprecia un nacimiento en podálica.parto podálica

La imagen está sacada originalmente de la web birthinginstincts.com, concretamente aparece en su blog, ilustrando una entrada que habla de la perspectiva del padre en el parto. Las mujeres tenemos el privilegio de parir y los hombres de presenciar en primera linea el nacimiento de sus hijos, si lo desean. Esta imagen la quise compartir por varios motivos:

  1. Nos pone en el lugar del padre (o el acompañante) en ese momento único en la vida, dándonos otro punto de vista, para aprender y deleitarnos con su belleza.
  2. Me parece una foto que puede ayudar a empoderar a muchas mujeres que esperan bebés en podálica o de nalgas, a las que quizás desde el sistema sanitario las han condenado de antemano a una cesárea programada. De hecho, el comentario que acompañaba la foto era «Podemos parir», dando a entender el poder de las mujeres para parir bebés en podálica.
  3. La foto me parece preciosa, sin más.

Pero al parecer, unas piernas de bebé asomando por una vagina al nacer es contenido «poco apropiado» y por tanto censurable, en el canal social. Entiendo que no es una imagen habitual y puede resultar «chocante» de primeras, pero el contenido es totalmente apropiado, ya que se ha publicado en una página que cuida la maternidad consciente (¿qué mejor forma de consciencia que mostrar un nacimiento tal cual?) y desde luego nada violento. Por no haber no hay ni una gota de sangre en la imagen (y eso que es un parto real).

En fin, ya conocemos las polémicas Normas de Comunidad de Facebook y las innumerables fotos censuradas sobre maternidad y lactancia; pero a mí lo que me preocupa es que para que se eliminara la foto del facebook de Cantando a Mamá alguien ha tenido que denunciar la publicación. Es decir, me duele pensar que hay alguien a quien esta imagen le cause tal desagrado que es capaz de denunciarla para acelerar su censura. No se… toda la violencia subliminal que digerimos cada día con la publicidad sexista, los programas de televisión donde se insultan contertulios de manera descarada, los políticos y sus discursos totalitarios… todo eso está normalizado y aceptado; sin embargo un nacimiento sin violencia, respetado y consciente, donde los pies de un bebé asoman tímidamente por la vagina de su madre es algo inaceptable socialmente.

Creo que es importante que reflexionemos sobre este tema. El primer paso para cuidar la maternidad es entenderla como tal, normalizando sus procesos. El parto normal es esto, lo que aparece en la foto, una mujer abriéndose para dejar paso a la vida. Tan acostumbrados estamos al potro y el gorrito verde que cuando nos muestran un parto normal nos caemos de culo.

Sueño con el día en que, como ya sucedió con el cine americano en el que en una escena de sexo la chica se tapaba el pecho con la sábana, alucinemos al ver a una mujer pariendo boca arriba con los pies en los estribos.

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…Y el Amor nació

Ayer a las 7.25h nació mi tercer sobrino; el primer varón de la familia.

Fue un parto respetado, en el hogar de sus hermanas y donde la madre se sintió acogida por los acompañantes y el equipo profesional que eligió. Un parto rápido, intenso, doloroso y placentero, duro e imparable según palabras de mi hermana.

El pequeño Hari (que así es como se llama) nació mirando al pubis de su madre (al cielo, como decía la matrona) y él sólo rotó entero al sacar la cabeza para salir. Un chico bien listo, sí señor.

Mi hermana parió de pie, apoyando los brazos en la cama de su dormitorio y ella misma lo acogió entre sus brazos para sacarlo y ponerlo piel con piel sobre su pecho.

Hari nació bajo la atenta mirada de su hermana mayor que no quiso perderse ese momento mágico y más tarde fue ella quien cortó el cordón que lo unía a su madre. La hermana mediana festejó con su risa infinita la llegada de su hermano.

¡Qué alegría poder contarlo! ¡Qué feliz me hace escribir esta entrada! No os lo podéis imaginar. Este niño viene a sanar una etapa difícil, viene a poner paz al hogar y sobre todo está lleno de amor, como su nombre…

…y como el amor impregna el aire, os dejo aquí esta canción kundalini para que cantéis conmigo en nombre de mi sobrino Hari.

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Un mar de dudas al final del embarazo

En la recta final del embarazo las mujeres solemos inundarnos de dudas e inseguridades. Por muy informadas que estemos y por mucho trabajo de empoderamiento que hayamos realizado previamente, parece que al final, una neblina se alojara entre nuestra frente y el mundo que impidiera ver con claridad y fortaleza. Las dudas más frecuentes suelen ser:

Imagen de www.mamamimame.com

Imagen de www.mamamimame.com

¿Podré parir?
Estamos tan desconectadas de nuestra sexualidad y nuestros cuerpos que muchas veces no confiamos en nuestra propia capacidad para parir como mamíferas que somos. Cuando surja esta pregunta, quizás te ayude hacerte otra: ¿por qué desconfío de mi poder para parir, si las mujeres llevan pariendo al rededor de 800.000 años?

¿Y si algo sale mal?
Lo primero cuando surja esta duda es pararse y concretar. «Algo» es demasiado amplio. ¿A qué es a lo que tienes miedo? Haz una lista de todo lo que se te ocurra que «podría salir mal» y no dudes en preguntarle a tu matrona. Páginas de asociaciones con información fidedigna basada en la última evidencia científica como la de El Parto es Nuestro también pueden serte de gran ayuda. Te propongo otra pregunta: ¿por qué pienso que algo puede ir mal?

¿Cuándo sabré que el parto ha empezado?
Lo sabrás, no te quepa duda. Se puede hablar de parto propiamente dicho cuando la mujer siente contracciones rítmicas (a veces regulares) que se mantienen durante dos horas y no desaparecen cuando se relaja. Se considera parto a partir de tres centímetros de dilatación del cuello del útero. En cualquier caso: si el parto comienza y no me doy cuenta ¿por qué he de preocuparme?

¿Y si me paso de fecha?
La fecha probable de parto (FPP) es justo eso: probable. De hecho debería llamarse más bien «fecha IMPROBABLE de parto» ya que sólo el 4-5% de las mujeres paren el día asignado en las revisiones. También es importante tener en cuenta que desde la semana 37 y hasta la semana 42 se considera un parto normal, y eso son 5 semanas de margen, que no es poco. Según mi experiencia te propongo que cuando te pregunten, digas que estás de tres semanas menos de las reales, de esta forma evitarás la presión de tu entorno en lo que a FPP se refiere. Con la presión que se ejerce una misma ya tenemos más que suficiente. Cuando te surja esta duda, dale la vuelta a la pregunta y piensa: ¿Qué día elegirá mi bebé para nacer? ¿Soy capaz de abandonarme a la sorpresa?

¿Podré aguantar el dolor?
El dolor en el parto es algo en lo que pensamos las mujeres embarazadas, sobre todo al final del mismo. Si además somos primerizas, la incertidumbre es todavía mayor. En el imaginario colectivo reside la idea de que no hay nada más doloroso que un parto. Una idea equivocada desde el principio si entendemos el dolor como algo subjetivo ya que cada persona tiene una percepción distinta del mismo. Pero es que además, durante el parto hay otras muchas sensaciones (algunas muy placenteras) de las que nunca hemos oído hablar. A mí me ayudó muchísimo la lectura «El Dolor del Parto» de Verena Schmid. El dolor por un lado nos induce al cambio (de postura, de respiración…) y por otro nos conecta con nosotras mismas haciéndonos mirar hacia adentro. Es una herramienta necesaria para la transformación y forma parte de la dualidad de la vida. Te sugiero que te plantees la pregunta de esta manera: ¿Qué sensaciones acompañadas al dolor experimentaré en mi parto? O también ¿Qué se transformará en mí, si dejo pasear por mi cuerpo libremente el dolor? 

¿Y si me sucede lo mismo que la otra vez?
Una mujer que ha sufrido un parto traumático previo, o simplemente que algo se complicó en el último momento, suele tener aquello que sucedió muy presente en sus siguientes embarazos. El miedo es necesario, para mantenernos alerta y reaccionar con previsión pero no podemos dejar que se apodere de nosotras. Que te ocurra LO MISMO que la otra vez es estadísticamente imposible, así que olvida esa idea que solo te hace sufrir. Piensa que es un embarazo diferente, una criatura diferente, y sobre todo TÚ eres una mujer diferente a la que eras antes de este embarazo. También te aconsejo ir sin espectativas. Esto no quiere decir ir a ciegas, es necesario elaborar un plan de parto donde queden reflejadas tus preferencias, por supuesto; pero no te obceques en una idea porque el día del parto puedes pensar algo completamente diferente, y está bien. ¿Y si sucede todo lo contrario a lo de la otra vez? ¿Cómo nacerá estx hijx?

Como éstas, hay tantas dudas como embarazadas en el mundo y a cada una nos preocupan unas cosas diferentes. Yo recuerdo sentirme idiota, me decía a mí misma «pero toda esta mierda, ahora, ¿por qué? Si yo siempre he confiado en mi parto…». Qué difícil es abandonarse a la sorpresa, intentar dejar de controlar por un momento, y si el parto se caracteriza por algo, es que es incontrolable. Para empezar, las contracciones van y vienen sin tú poder hacer nada para impedirlo y cuando empiezan las ganas de empujar ya ni te cuento. El cuerpo tiene su lenguaje propio, va por libre y yo te recomiendo que lo dejes bailar a su manera. Su sabiduría es infinita. ¡Vas a flipar!

Cambia las preguntas en negrita por las preguntas en cursiva. No hace falta responder a ninguna de las nuevas preguntas. Sí es necesario hacértelas y la reflexión viene a continuación sin necesidad de responder.

Espero que te haya sido de ayuda este post. ¿Alguna duda que compartir?

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Blessingway: Una ceremonia prenatal para mi hermana querida

Hace unos días tuve el honor de asistir al Blessingway de mi hermana, o lo que es lo mismo, su ceremonia de bendición para el parto. No tenía muy claro si compartir todo lo que allí se vivió públicamente y le pregunté directamente. Me dijo que sí, así que allá voy:

Un Blessingway no es más que una ceremonia prenatal en la que la mujer embarazada reúne a su círculo de mujeres más íntimo o con el que tiene mayor conexión y crear así un clima de energía positivo para el futuro parto. Tenéis mucha más información aquí.

En el caso de mi hermana, reunió a mujeres muy dispares, desde amigas de la infancia y mujeres de su familia hasta personas muy significativas para ella que compartieron breves momentos de su vida. Muchas de nosotras no nos conocíamos, pero todas sentimos que teníamos que estar allí y la conexión se creó desde el minuto uno. Tras recibir una preciosa invitación ilustrada por ella misma, supimos que la ceremonia sería un domingo por la mañana en su casa y se pidió expresamente que las asistentes vinieran sin hijxs, así que dejé a la pequeña Zoe con su abuelo que hizo un trabajo de niñero excelente (como era de esperar); y que trajera cada una, una cuenta de collar.

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Mi hermana me pidió con antelación que hiciera las veces de «maestra de ceremonias» así que intenté unos días antes ordenar en mi cabeza todo lo que tenía mi hermana en la suya y que me supo transmitir muy bien. La ceremonia se dividiría en cinco partes o deseos para el pequeño Hari a punto de nacer y cada una tendría su ritual específico:

Hari, espero que:

  1. No tengas miedo de…
  2. Nunca olvides a…
  3. Aprendas…
  4. Respetes…
  5. Ames…

Para cada ritual necesitábamos materiales específicos, y la noche anterior ayudé a mi hermana para tenerlo todo a punto. Los colocamos en orden de intervención según la parte en la que nos encontráramos y el tenerlos todos a la vista quedó muy bonito y misterioso.

materiales

En el suelo dibujamos con velas rojas un corazón del que brotaban en espiral velas de color blanco. (Más tarde descubriréis el significado de tanta vela junta). Rodeamos la espiral con cojines sobre esterillas en el suelo y encima de cada cojín elaboramos a mano unas preciosas coronas de hiedra para cada una de las mujeres que acompañarían a mi hermana ese día.
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Cuando llegaron todas las convocadas comenzamos la ceremonia. Nos sentamos en círculo y para entrar en materia hicimos la relajación del útero que propone Mónica Felipe-Larralde y tras ella, empezaron las presentaciones. Para ello utilizamos la cinta de color granate que aparece en la foto de los materiales y mientras nos presentábamos, cada una se enrollaba  en la muñeca la cinta y se colocaba la corona. Al terminar pasaba el ovillo a la siguiente y así sucesívamente de forma que al final habíamos tejido entre todas una red. Pasé unas tijeras para que cortáramos los enlaces y cada una se anudara su pulsera de unión.

Una tarde, pasado el evento, una de nosotras colgó una foto de su pulsera en el grupo de WhatsApp y todas respondimos con las nuestra. Fue emocionante. Aquí os dejo una muestra:

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Y comenzaron los rituales:

  1. El primer punto o deseo para el futuro nacido era «Espero que no tengas miedo de…». A mi hermana se le ocurrió que podríamos escribir cada una con rotulador plateado o dorado en una piedra oscura un miedo nuestro que querríamos evitar para Hari. Así que nos pusimos a ello. Al terminar, salimos a la parcela para enterrar las piedras bajo un olivo. La sensación fue liberadora porque enterramos (literalmente) nuestros miedos.piedras-miedos
  2. El segundo, bajo el deseo «Espero que no olvides…», fue elegido para recordar a los bebés no nacidos, a esos seres de luz que sabemos que nos acompañarán siempre. Para ello, Sira pensó en que cada una talláramos el nombre de un bebé no nacido con un punzón en un palito de madera. Mientras esto ocurría sonaba de fondo ese quejido de canción la muerte cuando esperas vida de Rosa Zaragoza. Os podéis imaginar la carga emocional del momento. Después, cada una ató al palito un cascabel y más tarde salimos para colgarlos de las ramas de un árbol; así, cuando el viento sople, se harán presentes cada uno de ellos con el sonido del cascabel.
  3. Con el tercer ritual se pretendía que Hari aprendiera algo que nos hubiera gustado aprender a nosotras o que con el tiempo hemos visto que es un aprendizaje útil y necesario. Así que, con el deseo «Espero que aprendas…», se escogió para cada una un pedazo de tela con un agujero en uno de los extremos. En ella escribimos un aprendizaje para nosotras vital y después salimos a colgarlo del mismo árbol que los palitos. El resultado final parecía una instalación de arte moderno. Quedó precioso.ÁrbolAprovechamos aquí para hacer un descanso, tomar unos zumos, ir al servicio y ¿por qué no? hablar un rato y conocernos mejor. (Yo aproveché para llamar a mi padre y conocer detalles de la pelirroja, que curiosamente estaba dormida desde prácticamente el inicio del Blessingway). Tras el parón, continuaron los rituales ceremoniales:
  4. El deseo número cuatro tenía como enunciado «Espero que respetes…». En esta ocasión se honró al cuerpo, “Hari, esperamos que respetes tu cuerpo, como templo que recoge tu alma.”. Extendimos una tela blanca de 3 X 3 en el suelo del porche y con la ayuda de ceras de colores dibujamos todas al tiempo sobre ella. Hizo un día soleado de invierno maravilloso para pintar al aire libre.
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    Mientras esto ocurría, mi hermana entró de nuevo en la casa y preparó el momento más emotivo (en mi opinión) del día. Cuando la tela quedó multicolor y tras hacer en ella un gran corte en el centro, pasamos todas de nuevo al salón y allí nos encontramos un recipiente lleno de agua en el que flotaban flores y una silla en frente. 88fa253177387c8cd65da71ee574d1bfMi hermana entonces, dijo en voz alta: “Hari, esperamos que respetes tu origen, tu sangre, de dónde vienes. Y para honrar tu linaje, lavaré los pies de la madre que me parió” y tras esa frase se dispuso a lavarle los pies a mi madre. Mientras esto sucedía, de fondo se escuchaba Mi Columpio de Marwan (toda una Oda a la figura de la madre). 921ff85423fc6b0922bb1445a3823405IMG_4888
  5. Tras la llorera colectiva llegó el último rito del día bajo el enunciado «Espero que ames…». Mi hermana se sentó sobre un taburete en el interior del corazón hecho con velas y habló con su bebé. Le dijo que a pesar de las circunstancias en las que se encuentran, él era un hijo del amor sin dudarlo; «Hari es uno de los nombres de Vishnu, el relativo al amor. Es mi hijo, le amo y espero que ame la belleza de la vida tanto como su madre”. Tras esta introducción, cada una de nosotras nos acercamos a ella y le ofrecimos nuestra cuenta de collar, que poco a poco ella fue engarzando en un cordón de cuero color marrón. Conforme llegábamos al interior de la espiral debíamos encender una de las velas blancas que la conformaban, darle la cuenta y recibir a cambio una de las velas rojas del corazón con el fin de, llegado el momento del parto, encenderla en casa para aunar energías. IMG_4887Al acabar, mi hermana se colgó el collar con todas las cuentas engarzadas al cuello y rodeamos entre todas la espiral. “Grabemos este momento en nuestras mentes y volvamos a él el día del parto de Hari, encendamos la velita y creemos de nuevo este círculo de protección con nuestra energía”.Yo tenía un último regalo para mi hermana y mi sobrino a punto de nacer: una canción para el momento. La compuse unos días antes sin dificultad, brotó de mí la melodía y la letra como si fuera algo que no se podía decir de otra manera más que cantando. Aquí os dejo la letra y la música:

CANCIÓN PARA EL NACIMIENTO DE HARI

Siente el fuego naraja.
Mira el cielo azul.
Surge el miedo violeta.
Sigue tu corazón.

Rom-ba, rom-ba, rom-ba, rom-ba
Hari vive en ti.
Rom-ba, rom-ba, rom-ba, rom-ba
Vas a poder parir.

Tiende una mano abierta
justo en frente de ti.
Cúbrela con la mía
y respira feliz.

El futuro no existe.
El pasado se fue.
El presente es la fuente
que hoy bendice tu ser.

Rom-ba, rom-ba, rom-ba, rom-ba
Hari viene hacia ti.
Rom-ba, rom-ba, rom-ba, rom-ba
y tú ya sabes parir.

Y la luna en el cielo
llena todo de luz.
Silba suave la brisa.
Ahora es todo quietud.

El momento se acerca.
Aquí todo está bien.
Con los brazos abiertos
mami espera tu piel.

Rom-ba, rom-ba, rom-ba, rom-ba
Hari vino a ti.
Rom-ba, rom-ba, rom-ba, rom-ba
En un parto feliz.

Feliz

Tras escuchar la canción salimos todas a la calle y atravesamos la tela pintada, que representaba el cuerpo. Todas renacimos de alguna manera esa mañana de domingo. Gracias, hermana.

Espero que este maravilloso encuentro os inspire como futuras mamás para vuestras ceremonias prenatales. ¿Alguna se anima a contarnos su experiencia?

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