Cada mujer vive su embarazo de forma distinta y el resto del mundo no parece entender eso cuando la bombardean con las mismas preguntas una y otra vez: «¿Sabes ya si es niño o niña?», «Pedirás epidural, ¿no?», «¿Tiene nombre la criatura?»…
A la gente le cuesta aceptar que haya personas diferentes a sí mismos, con formas de pensar diferentes, con inquietudes diferentes. Hay mujeres que no desean saber el sexo del bebé, por ejemplo, y otras que no piensan en un nombre para la criatura hasta que no ven su carita. Pero la gran mayoría se sienten presionadas por la sociedad a dar respuestas en los tiempos establecidos.
En mi caso cambié de opinión varias veces en diferentes aspectos según avanzaba mi embarazo. Primero pensé que no quería saber el sexo del bebé hasta que naciera, pero después sentí la necesidad de llamarle por su nombre incluso en mi vientre. Así que supimos que sería una niña y su nombre Zoe.
Disfrutaba imaginando a mi pequeña crecer sumergida en líquido amniótico, hacer muecas, soñar, reír, tragar, hipar, dar vueltas. Pasaba horas tocando mi tripa y mandandole energía positiva, explicándole lo mucho que la deseábamos y las ganas que teníamos de que naciera. Le decía «todo está bien aquí afuera», «te va a encantar esto, hija»…
Un día en casa me vino la inspiración y escribí esta canción (podéis escucharla a continuación):
SU NOMBRE ES ZOE
Si quiere da la vuelta y se esconde mirando tras sus pies,
y si se aburre hace un redoble contra la pared.
Escucha atenta conversaciones que no acaba de entender.
A veces siente que siempre hay algo más
(Estribillo)
Su nombre es Zoe.
Su nombre es Zoe.
Llamadla Zoe.
Su nombre es Zoe.
Le gusta el calor de su habitación, tan oscura.
Siempre desnuda y con imaginación sueña muda.
«¿Y si bailando salgo al exterior?» Se pregunta.
Descubrirá ella misma si hay algo más.
(Estribillo)
«¿Y si no estás? ¿Y si no hay más que mis propias dudas?
Tal vez mi mundo acabe aquí. No hay más preguntas.
Y si es así, ¿quién me cantó aquella historia de un lugar por descubrir?
¡Yo sé que está ahí!»
Cabeza abajo espera con ilusión. Empapada.
Y juega enredándose a aquel cordón. Bucles de agua.
La cuenta atrás se acerca cada vez más, nos separa.
En primavera el sol la iluminará.
(Estribillo) (bis)