Llevo varios días encontrándome piedras en los bolsillos de mi abrigo. A cualquier persona le parecería extraño, sin embargo, mi primer pensamiento al rozarlas con los dedos las mañanas de frío en las que meto las manos en los bolsillos es: Zoe.
Entonces una sonrisa se dibuja en mi cara y empiezo el día con el corazón bien rojo (como dicen en una de mis películas favoritas). Y es que mi hija recoge piedras en el patio de su colegio para mí. Lleva haciéndolo varias semanas. Las elige, se las guarda y a la salida del colegio las mete en mi bolsillo diciendo “esta para ti”. También recoge piedras para su padre y para ella misma.
Podríamos pensar “¿otra piedra más?, ¡no lo aguanto! Toda la casa llena de piedrecitas. ¡A la basura!”, pero la realidad es que, a mí, me hace especial ilusión. La sola idea de imaginar a mi hija escogiendo con cuidado el regalo que encuentra a su alcance día a día para mí, guardándolo en sus bolsillos como el mayor tesoro hasta la hora de la salida y su cara inocente al verme, llena de amor y nervios mientras me dice “tengo una cosa para ti, mamá” hace que mi corazón bombee diferente. Estos detalles aportan realidad a mi vida. Me llenan de amor.
Esto es el amor: encontrar piedras en mis bolsillos.
Me he sentido muy Identificada.
Mi hija lleva haciendo lo mismo desde que aprendió a andar, y aún hoy con 5, me sigue trayendo un montón de piedras, ahora cada vez más escogidas, más especiales…la semana pasada me dio una que decía tener forma de corazón, con sus artistas e irregularidades, pero era verdad que lo parecía.
Hasta un bote hemos puesto en la entrada dónde guardar las que considera sus tesoros.
Espero que me las siga regalando durante muchos años más, porque como tú dices, las escoge, las busca, pensando en la persona a quién se las regala. ????
Un abrazo para ti y para Zoe!
Las piedras-corazón son lo más. Nos aman y lo demuestran tan bonito…
Qué lindo!! Mi hijo también escoge pequeño tesoros para mí. Piedras, flores, plumas… Todo amor!!
Ahí se puede encontrar de todo!!
Mi hija sigue trayendo sus piedras del patio para la mamá también… Son amor puro. Gracias por escribir.