Que la justicia en nuestro país no funciona, es algo más que evidente, si miramos al rededor y, para empezar, vemos que quienes nos gobiernan son los primeros delincuentes en libertad.
Sin embargo, hay casos que ponen la piel literalmente de gallina.
Una mujer víctima de violencia machista hace más de cinco años se atrevió a defenderse de su agresor en alguna ocasión, agrediéndole violentamente también y tras varias denuncias, ésta se saltó en alguna ocasión la orden de alejamiento (según cuenta su actual marido, «más por parte de él que por ella, porque ella huía de él»). En cualquier caso, Nerea acudió a rehabilitación psicológica, cumplió parte de su condena con trabajos sociales, se casó y rehízo su vida al lado de otro hombre con el cual comparte la crianza de un bebé de 15 meses.
Desde el pasado 26 de enero, está en prisión. ¿El agresor? No, Nerea, esa mujer valiente que pese al horror vivido ha conseguido recuperar su vida, ella, que un día se equivocó saltándose la orden de alejamiento, ella que le echó ovarios y se defendió de quien posiblemente la hubiera matado.
La cosa no acaba aqui. Nerea ha entrado en prisión sin su bebé de 15 meses. A pesar de tener derecho (art. 38 de la Ley Orgánica General Penitenciaria) a estar internada con su hijo menor de 3 años, en la prisión de Villanubla no hay unidad de madres y en la prisión más cercana que había ha cerrado debido a los recortes. Cada noche el bebé llama a mamá y mamá no está. La justicia de este país ha quebrado una familia entera y se ha entrometido en la díada madre-bebé. Nerea se saca leche cada día en prisión para que, al menos, su amor viaje hasta la lengua de su hijo y le deje el mensaje de que mamá no le ha abandonado… ¿creéis que el mensaje llegará? ¿Creéis que un bebé de quince meses se va a conformar con el tacto duro de una tetina sintética, acostumbrado al abrazo y calor del pecho de su madre? ¿Imagináis a Nerea viviendo un puerperio entre rejas como una leona de circo, mientras, dando vueltas de un lugar a otro de la celda, imagina a su bebé llamándola en la noche? Yo no me lo puedo imaginar. No puedo imaginar el dolor de esta mujer. No puedo.
Este caso, como no puede ser de otra forma, está indignando a miles de personas que se han echado a la calle, han creado plataformas de ayuda, y no paran de visibilizar el caso una y otra vez en los medios para que se tome como prioritario.
Os dejo aquí los grupos en redes y la petición por Avaaz.org para exigir el indulto o Tercer Grado a Nerea. Ojalá que a final de mes nos despierte otra noticia…
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FIRMADO
Me ha encantado tu forma de explicarlo Beatriz. Gracias por estar ahí. Ana.
Es lo menos que puedo hacer. Mucha fuerza para Nerea.
Mucho ánimo a Nerea y a tantas madres que consideran que lo mejor para sus hijos es darles todo su amor en forma de gotas de leche.