Rectifico el título de esta entrada y digo que algunos hombres quieren ser mujeres, porque no está bien generalizar. Y porque conozco a algún hombre que verdaderamente se siente a gusto con su condición de hombre y la vive desde el respeto hacia las mujeres en toda su plenitud, sin querer invadir nuestro espacio.
Pero por todas es conocido ese otro hombre que se pasa toda su vida ansiando vivir en sus carnes procesos puramente femeninos. Ese hombre que cuando su compañera se queda embarazada o cuando su bebé le da una patadita dentro del útero, pone cara de perrillo degollado diciendo «yo nunca sabré lo que sientes», y cuando se encuentra con un lejano amigo le dice «¡estamos embarazados!, Pariremos a finales de octubre». ¿Perdona? ¿»Estamos»? ¿»Pariremos»? No amigo, no. Lamento decirte que es ella quien está embarazada y será ella quién parirá a finales de octubre, tú no.
Parece que en este mundo dominado por el género masculino, a las mujeres no nos dejan ni siquiera ser lo que somos: mujeres. Porque el embarazo, el parto, la lactancia… son púramente femeninos, parcelas infranqueables por el hombre, por mucho que se empeñe. Y mira que se empeña. Hoy os vengo a hablar de dos vídeos concretamente, que a cual me ha dejado más perpleja:
Uno es éste de dos tipos a los que no se les ha ocurrido otra cosa mejor que someterse a un doloroso experimento a base de electrodos en el abdomen para experimentar, a lo Jackass, los «dolores de parto». Juzgad vosotras mismas.
Y visto el vídeo, me surgen varias preguntas:
- ¿Se puede ser más burro? Quiero decir, ¿qué necesidad hay de ponerse unos electrodos en el abdomen y recibir descargas eléctricas así como así? No entiendo hasta dónde puede llegar la estupidez humana, me sorprendo cada día.
- Si el experimento consistía en experimentar lo que vive una mujer de parto, ¿porqué centran el experimento en el dolor de abdómen? Un parto es mucho más que un dolor de tripa. Si estos dos mendas pensaban que por sufrir inútilmente colocandose cables en el abdómen iban a saber lo que es parir, están muy equivocados. Parir es dolor, placer, entrega, apertura, catarsis, oxitocina, endorfinas, camino, luz, sombras, acompañamiento, reto, carrera, pausa, cansancio, fuerza, poder… pero sobre todo es amor, kilos y kilos de amor por todas partes.
- El que el experimento se lleve a cabo sobre una camilla y sobre la espalda, dice mucho de cómo se asisten la mayoría de partos a las mujeres. No es de extrañar que cuando las descargas eléctricas alcanzan topes importantes estos dos hombres sienten que tienen que cambiar la postura ya que ésta es la menos indicada para parir (en esto el experimento sí ha sido fiel a la realidad). Incluso uno de ellos acaba a cuarto patas.
El segundo vídeo es este otro en el que la gran marca Huggies quiere tener un «detalle» con los padres en su día. Y crea una… faja que… Bueno, verlo y ahora hablamos.
Dejando a un lado la carga emotiva, que obviamente la tiene, por aquello de que son los padres de la criatura y se emocionan, claro está; no hay que olvidar que se trata de un «artilugio» desmadrizador, que pretende, muy osadamente, experimentar las mismas sensaciones que puede llegar a tener una mujer embarazada cuando su hijx se mueve en su interior. En los textos del anuncio aparecen cosas como
- «El embarazo siempre fue de ellas». Y lo seguirá siendo ¿qué os habéis creído?
- «Para que ellos también disfruten del embarazo». ¿Es que no lo hacen ya? ¿No es suficiente ver cómo su compañera cambia fisicamente, tocarle la barriga desde fuera y sentir al bebé, ponerse cerquita y cantar una canción o llamar por su nombre al bebé…?
- «Permitiéndoles sentir lo mismo que sienten las mamás». No te lo crees ni tú, tururú.
- «Porque ellos también están embarazados». De eso nada monadas. De la misma forma que nosotras las mujeres nunca crearemos espermatozoides para eyacular sobre las vaginas de nuestras amigas o amantes, vosotros no os embarazaréis. Nunca, ni aunque os apellidéis Schwarzenegger y hagáis una peli. Nunca. Asumidlo.
En fin, que necesitaba escribir sobre esto. Que los hombres y las mujeres necesitamos vivir en plenitud, desde nuestras naturalezas, complementarias y maravillosas cada una en su parcela. Que igualdad no significa usurpamiento de la personalidad, ni significa limitar al sexo contrario sus funciones biológicas. Que igualdad significa RESPETO y cooperación. Si quieres igualarte a tu compañera cuando la ves amamantando a vuestrxs hijxs, colócale una almohada para que se sienta más cómoda o tráele un vaso de agua, ya que cualquiera de las dos cosas son fundamentales para que la lactancia se disfrute verdaderamente. De esta forma estarás participando en la alimentación de tu bebé tanto como ella. Repito, cada uno desde su condición humana natural.
No queramos ser todos mujeres, sé que mola, (a mí me mola); pero ser hombre también debe ser divertido ¿no? No sé, nunca me lo había preguntado antes. No me interesa. Me preocupo de vivir intensamente lo que soy, ni más ni menos.
Hola. Empiezo comentando que entiendo perfectamente lo que dices, pero te digo que cometes el mismo error del que te quejas en tu post, que no es otro que el de ponerse en el lugar del otro cuando no toca. Y sin saber.
Precisamente sobre este tema (o algo parecido) escribí en mi blog personal, antes de nacer mis hijos, y después. Te invito a leer la parte contraria, con los matices y diferencias a como lo cuentas
Antes de que nacieran: http://www.laparejitadegolpe.com/2011/10/patadas-codazos-cabezazos.html
Tras la campaña de Huggies, después de nacer mis mellizos: http://www.laparejitadegolpe.com/2013/06/la-palabra-que-buscaba-era-envidia.html
A veces cuando uno lo que busca es empatía, encuentra todo lo contrario.
Un saludo de un papá envidioso 😉
Hola José M. Antes que nada déjame darte la enhorabuena por tu blog, ya lo conocía y lo sigo de cerca. Me encanta que compartas tu opinión desde tu postura como padre, esto enriquece mi blog también. Entiendo lo que quieres decir con «empatía», yo he estudiado Arte Dramático y sé perfectamente lo que significa ponerse en la piel del otro (los actores y actrices lo hacemos cada día). Pero mi post no iba sobre eso. Sino, sobre el deseo de usurpación de las funciones biológicas del sexo contrario. No conozco ninguna mujer a la que le gustaría generar cientos de millones de espermatozoides en sus testículos (y con esto no estoy diciendo que no sea algo tan alucinante como crear óvulos), pero parece que las mujeres nos dignamos a vivir nuestra naturaleza de hembras sin más aspiraciones, sin envidiar al sexo contrario. Sin embargo, una mujer en su embarazo, parto y luego lactancia muchas veces se siente que no está compartiendo todo lo que podría esos procesos con su pareja. No me canso de escuchar a muchas madres decir «hice lactancia mixta para que el papá pudiera darle de comer también al bebé» ¡Error! El papá puede hacer infinidad de cosas más antes que interferir en una lactancia. No sé si me explico. Mi intención no es en ningún caso menospreciar al hombre en su papel de padre, sino más bien todo lo contrario: ensalzar su lugar dentro de la familia como se merece, sin envidias ni frustración.
Solo un dato: se dice «ESTAMOS» por que la mujer (ósea nosotras) queremos que sea un embarazo compartido (y no me refiero que sea biológicamente o internamente compartido), lo hacemos porque buscamos que el hombre pase UN POQUITO por los que pasamos nosotras, y cuando nace el bebé, decimos MI BEBÉ, y en lugar de decir NUESTRO BEBÉ, porque sin la participación masculina (con interés o sin el interés, o por inseminación) es imposible para nosotras embarazarnos sin la intervención del espermatozoide.
O es que siempre decimos MI HIJO, MI HIJA, o el HIJO DE SU PADRE, o el HIJO DE SU MADRE.
Buscamos o al menos pienso que es la pretensión… incluir en algo al hombre que brindó el espermatozoide que ayudó a que nosotras nos convirtiéramos en madres, y hacerlos a ellos padres.
Marina, gracias por tu comentario.
Insisto en que este post no es una guerra contra los hombres ni contra las parejas que deciden «compartir» el embarazo.
Esta es una reflexión acerca de vivir desde nuestro sexo y nuestra naturaleza (masculina o femenina) la ma/paternidad. A muchas mujeres les encantará que sus parejas hombres digan «estamos embarazados» o «parimos» tal o cual día. Perfecto. A mí no me gusta, personalmente me sigue chirriando mucho y lo expongo en mi blog.
No busco con este post apoyo en mis creencias u opniones, por eso agradezco que escribas la tuya.
Un abrazo!