Una mujer se convierte en madre la primera vez que piensa firmemente en su bebé. O así es como lo veo yo.
Ese momento puede ser cuando descubre por accidente que está embarazada, o cuando ve a su bebé al nacer y reafirma ese pensamiento al verle; pero también puede ser mucho antes. La sola idea de ser madre ya la convierte en eso. El imaginarse por primera vez a su bebé y sentirlo parte de ella ya hace que en su interior no vuelva a sentirse la misma, se siente crecer y descubre que ese deseo, ese pensamiento de verse madre ya hace de ella otra mujer.
Según la teoría antropofósica, el alma antes de nacer elige su familia y así, el espíritu de nuestros bebés nos acompañan un tiempo en forma de idea en nuestra cabeza, nos rondan y recuerdan «quiero nacer», haciéndonos despertar como madres.
Si vivimos en pareja este pensamiento puede no darse al mismo tiempo. Normalmente el deseo crece antes en la mujer que en el hombre y pasan varios meses o años hasta que éste «se decide», aunque en ocasiones resulta ser al revés. En mi opinión no es una cuestión de decidirse, sino de madurar, de sentir esa llamada y es importante dejar tiempo para el consenso. Muchas parejas son «arrastradas» por su compañer@ y/o por la sociedad entera (el «ya toca» también ha hecho mucho daño) a tener hijos, y eso solo puede llevar al fracaso. Porque para ser padres hay que prepararse, hay que madurar la idea y estar convencido, hay que desearlo de forma real.
En mi caso fui yo la que sentí la llamada de Zoe antes que mi pareja y, aunque me costó horrores, le esperé. Un día desayunando, me dijo que quería ser padre. Creo que nunca nadie me ha dicho algo tan bonito. Fue la mayor declaración de amor que me podían hacer.
Esta canción trata sobre todo lo dicho: el pensamiento de ser madre, la espera. las declaraciones de amor y el deseo mutuo.
UN DÍA PENSÉ EN TI
(Estribillo)
Un día pensé en ti.
Un día pensé de verdad en ti.
(Estribillo)
Fue en Madrid un frío mes de enero.
Me miré al espejo de cuerpo entero
y al sonreir te vi a ti en mi reflejo.
¡Tan pequeño y dulce fue mi reflejo!
(Estribillo)
Desde entonces vivo con la certeza
de que en esta vida ya no hay tristeza.
Te esperé tan cálida, te esperé dramática,
te esperé impaciente pero con calma hasta que
Un día pensó él en ti.
Un día pensó él también en ti.
Y mi corazón latió sin fin con una emoción que fue galáctica.
Su decisión me conmovió y la realidad se volvió mágica.
En tu caso, ¿fuiste tú la que sentiste antes la llamada? ¿Fue tu pareja? ¿Hubo consenso desde el principio?