Ayer por la tarde decidimos crear nuestra mesa de la paz en casa. Seguro que habéis oído de qué se trata, pero, por si acaso no, os cuento que la mesa de la paz es un rincón del hogar al que acudir cuando estamos enfadados, furiosos, tremendamente tristes… un lugar para identificar nuestras emociones y calmarlas con el fin de poder hacer la convivencia más tranquila y respetuosa.
Puede ser una alternativa al famoso «rincón de pensar», aunque muuuuuy diferente a éste (tanto en forma como en concepto). Y ser una herramienta más para sobrellevar las rabietas, tanto de pequeñxs como de adultxs.
A lxs niñxs les sirve para identificar mejor sus emociones y salir del desbordamiento sentimental en el que se encuentran, y a lxs adultxs de la casa a controlar nuestra ira y estrés a la vez que cultivamos dosis extra de paciencia.
Esta es nuestra Mesa de la Paz:
Como veis es muy sencilla de hacer. Se trata de buscar un lugar de la casa. No hace falta que sea muy grande, ni siquiera que sea una mesa como tal. Nosotras hemos utilizado un taburete de madera de 15 cm de altura al lado del sofá del salón y con esto nos vale.
Sobre la superficie hemos colocado un pañuelo brillante a modo de mantel y sobre él, elementos que nos pueden transmitir tranquilidad y bienestar.
Nosotras hemos optado por distintos elementos con utilidades diferentes:
- Un par de pulseras brillantes de colores: Para ponértelas y sentir «la paz»
- Un corazón de madera: (Este elemento lo eligió Zoe) para acercarlo al pecho y sentir las pulsaciones de nuestro corazón enfadado y poco a poco dejar que disminuya la velocidad.
- Un espejito: Para ver nuestro reflejo rabioso y probar a cambiar el gesto ¡Nuestra sonrisa es más bonita!
- Un cuarzo rosa (la piedra del amor): para sostenerla un ratito o mirar tras ella y ver el mundo desde otro punto.
- Un elefante de goma: Para descargar nuestra rabia, estrés, frustración… puedes estrujarlo, morderlo, lanzarlo lejos… (eso sí, luego debe volver a su sitio para futuras veces)
- Un foto familiar: En esta foto compartimos un momento feliz en familia, y debe ser esta la imagen que guardamos en nuestra mente sobre nosotrxs. Podemos mirarla y reconocernos en ese momento feliz.
- Un piña: Este elemento natural irá cambiando según la estación en la que estemos. Aunque aún no ha llegado el otoño, lo tenemos a la vuelta de la esquina, así que hemos elegido una piña como símbolo de la naturaleza.
Los elementos pueden ser los que queráis, este es nuestro ejemplo de mesa. Pero en la blogosfera maternal hay infinidad de mesas de la paz que os pueden inspirar.
Espero que os guste y os animéis a crear la vuestra. Os aseguro que tiene mucha utilidad dentro de una crianza feliz y respetuosa. ¡Buen fin de semana!