Lactancia Infinita: una exposición fotográfica para normalizar la lactancia no interrumpida

Desde el pasado viernes 23 de octubre y hasta el 22 de noviembre tendrá lugar en Arroyomolinos una exposición fotográfica que no te puedes perder.

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Lactancia Infinita, nace de la iniciativa de Almudena Rodríguez, propietaria del espacio de crianza Juntitos y Revueltos en Arroyomolinos y autora del blog De Bebés y Otras Cosas, para normalizar un acto tan cotidiano como es dar de mamar. ¿Y por qué hay que normalizar lo normal? Pues porque de un tiempo a esta parte, nuestros cuerpos de mujer han sido cuestionados y atrapados en la cultura del biberón, han quedado relegados a puestos más estéticos y menos productivos. Sin embargo desde los organismos internacionales como la OMS o el UNICEF y nacionales como el Ministerio de Sanidad y la AEP, se sigue insistiendo en que el alimento por excelencia para un bebé es la leche de su madre. No sólo por sus innumerables propiedades nutricionales sino por la necesidad vital de las criaturas de mantener un contacto piel con piel con su progenitora. Desde estos organismos se defiende la lactancia exclusiva hasta los seis meses del bebé y se recomienda continuarla como mínimo hasta cumplidos los dos años del niño, a demanda y hasta que madre e hijx lo deseen.

Somos el único mamífero de la Tierra que nace inmaduro y por ello necesitamos del contacto continuado con nuestra madre (y en su defecto con nuestro padre) para sobrevivir. Contrariamente, también somos el único mamífero de la Tierra que alimenta a sus crías con leche de otra especie. Curioso (léase el sarcasmo).

Por todo esto, Almudena ha aprovechado que Noviembre es el Mes por los Derechos de La Infancia, para plasmar con esta exposición, momentos cotidianos, donde diferentes madres amamantan a sus hijos e hijas superando éstxs los dos años de edad. Para ello ha contado con el maestro Gaby Riva, fotógrafo especializado en embarazo, parto y crianza, quien ha reflejado esa realidad con una belleza mágica, y con un grupo de madres (en el que me incluyo) que voluntariamente se han comprometido con el proyecto.

El trabajo ha sido voluntario por parte de todo el equipo y con el único objetivo de defender un derecho fundamental de madres e hijxs: Prolongar nuestra lactancia hasta que nos de la gana

No se trata de imponer una manera de crianza sobre otra, sino dejar claro que la opción de lactar de forma prolongada es tan respetable como la opción de no hacerlo. Y cada familia merece el mismo respaldo social ante sus decisiones, (más aún si cumplen con las necesidades biológicas naturales que recomiendan desde las organizaciones sanitarias a nivel mundial).

Aquí os dejo una pequeña muestra de lo que muchxs podréis ver hasta el 22 de noviembre:

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Así fue la inauguración el viernes…

 

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Aprovechad este regalo para los sentidos… Os recomiendo muchísimo que vayáis a ver esta preciosa exposición y os paréis un instante frente a cada imagen. Allí, conectad con cada historia de lactancia… y veréis placer, rebeldía, intimidad, complicidad, amor, seguridad, indignación, empoderamiento, sabiduría, discreción, oxitocina, calma, alegría, triunfo…

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No lo dudéis:

Hasta el 22 de Noviembre
en horario de 9h a 21h. 
En La Casa de Las Artes. Calle Madrid 25, 28939 (Arroyomolinos)
Entrada libre hasta completar aforo

Termino compartiendo con vosotrxs mi canción «Amor de Leche», canción que podréis escuchar en directo junto al resto del disco «Theta» el próximo 29 de noviembre, allí mismo, en La Casa de Las Artes de Arroyomolinos, como broche final al Mes por los Derechos de La Infancia. El concierto será a las 12h y la entrada gratuita. ¡Os espero!

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¿Etapa fotográfica o etapa vital?

Buenas,

hoy os traigo al blog una faceta por la que creo que pasan muchos bebés y que a mí personalmente me entusiasma. No es raro coger el móvil un día y encontrarte con aplicaciones cambiadas de sitio, o con algún contacto borrado. Yo personalmente no soy de ofrecer a Zoe el móvil para jugar (ni la tablet) pero tampoco me vuelvo estricta con la advertencia de «no exponer a los bebés a pantallas antes de los 3 años». El móvil, sobre todo, es parte cotidiana de mi vida y si mi hija me ve manejarlo pronto le entrará la curiosidad de deslizar sus deditos por la pantalla y ver qué pasa… Y así ha sido.

Me sorprende lo resuelta que es con la herramienta, aún cogiéndolo en momentos muy puntuales. El otro día la sorprendí enviando un mensaje de voz a través de whatsapp. Sabéis lo complicado de su manejo ¿no? Hay que mantener el «botón» de grabación pulsado mientras creas el audio y después soltar para enviar. Bueno, pues envió el mensaje con la frase completa sin que nadie le explicara cómo debía hacerlo. Menos mal que lo envió a un conocido cercano y no a algún contacto de la agenda puntual.

El caso es que igual que la aplicación de whatsApp ya sabe qué aplicación tiene que pulsar para acceder a la cámara del teléfono y hacer fotos. Me encantan estas fotos… Son su mirada del mundo, su aprendizaje constante traducidos en un sinfín de instantáneas que pronto me colapsan la memoria del teléfono. A veces encuentro 60 fotos de un mismo objeto y otras, preciosos selfies capturando su concentración en el juego.

Os dejo aquí una pequeña muestra:

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Cuando la veo tan concentrada en su juego cada vez tengo más clara la opción de «no intervención» por parte del adulto. Si no juzgo, (¡Qué bonito!) ella creará su propia visión y criterio, sin opiniones ajenas. Si no intervengo (¿Qué haces? ¿Fotos? A ver… ) el aprendizaje será realmente libre. Estas fotos de mi hija no son bonitas o feas, no tienen una finalidad artística, no conllevan una meta a conseguir (encuadrar, enfocar…), ni siquiera son parte de una práctica para perfeccionar nada. Simplemente son pequeñas joyas que poder conservar de su etapa de desarrollo, momentos valiosos de sus dos intensos años de vida.

Por estas cosas, ¡qué demonios! que me colapse la memoria del teléfono una y mil veces si quiere.

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La Canción de la Semana #29: Anuncio embarazo canción Miley Cyrus

Me encanta la originalidad de algunas familias para anunciar un nuevo embarazo. Hay infinidad de formas graciosas circulando por internet (seguro que conocéis muchas y lo mismo habéis empleado alguna vosotrxs).

Hoy os traigo un anuncio en forma de canción. Me encanta porque se trata de una familia ya numerosa que espera su cuarto hijx, y además del propio hecho de anunciarlo, reivindican su manera de vivir «en multitud», para acallar a lxs opinólogxs metomentodo. Así que es una canción con varios mensajes que me parecen importantes: el anuncio original de nuevo embarazo y el derecho a vivir como unx quiere y gritarlo (o cantarlo más bien) a los cuatro vientos. Olé por esta familia consciente y convencida de ella misma.

Que la disfrutéis. ¡Feliz fin de semana!

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Así fue el Día del Recuerdo 2015

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Para mí es un honor acompañar a las familias que han sufrido la pérdida de un hijo o una hija en este día tan necesario, que organiza Umamanita.

Un día para el recuerdo de esos bebés queridos, reales, con nombre y apellidos. Para visibilizar la muerte gestacional y neonatal. Para abrazar el duelo y hacerles presentes, con banderines bordados con hilo de puro amor, con mensajes que dejan sus hermanos y hermanas, sus abuelxs, sus tíxs… con ¿por qué no? árboles que se plantan en un parque de Madrid.

Así ha sido el acto del sábado pasado. Las familias han plantado un roble en el Parque Juan Carlos I, para que eche sus raíces a tierra en un acto de realidad presente y vaya creciendo hasta que sus ramas toquen el cielo y acaricien a los bebés que brillan desde allí.

Como el año pasado tuve el placer de cantar con mi amiga Sol Berardelli, bajo la luz de un atardecer precioso.

Aquí os dejo las canciones que allí se compartieron y las imágenes de todos los momentos.

Canción "Nubes Doradas" bajo la atenta mirada de nuestras queridas hijas Kyra y Zoe

Canción «Nubes Doradas» bajo la atenta mirada de nuestras queridas hijas Kyra y Zoe

 NUBES DORADAS

Cada mañana el sol trae un rayito de luz
iluminándonos, pintando el cielo de azul.

Y cada atardecer nos envuelve con la paz
de saber que estás bien y mi canto escucharás.

Duermes en nubes doradas
sabes que estoy junto a ti
soñando en sueños de hadas
puedo verte sonreir.

Canción "Nuestro Lugar" (Sol Berardelli y Beatriz Montiel)

Canción «Nuestro Lugar» (Sol Berardelli y Beatriz Montiel)

  NUESTRO LUGAR

Y trazando el camino de vuelta entendí que tu paso en mi vida es todo fuerza.
aprendí del miedo que hiela que al final el amor que me dejas me calienta.

Hoy me siento capaz de poder otra vez caminar.
Para mí es un honor que me eligieras como tu mamá.
Y lo que ya viví es un regalo que supe apreciar,
para siempre estará guardado en ese lugar.
 
Y trazando el camino de vuelta me encuentro contigo y tu me cuentas apenas sin hablar
que trazando tu camino de vuelta encontraste familias que te contaron apenas sin hablar
que trazando sus caminos de vuelta encontraron a otros y les contaron apenas sin hablar
 
Que se sienten capaces de poder otra vez caminar.
Es todo un honor que les eligieran como sus papás.
La experiencia vital es un regalo que nunca olvidar,
para siempre estará guardado en ese lugar.
 
Nuestro lugar
Banderines

Banderines

Banderines

Banderines

Momento de plantar el árbol

Momento de plantar el árbol

Plantando el roble

Plantando el roble

 

Mensajes de amor

Mensajes de amor

Este lugar siempre recordará...

Este lugar siempre recordará…

 

 

 

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Nuestra mesa de la paz

Ayer por la tarde decidimos crear nuestra mesa de la paz en casa. Seguro que habéis oído de qué se trata, pero, por si acaso no, os cuento que la mesa de la paz es un rincón del hogar al que acudir cuando estamos enfadados, furiosos, tremendamente tristes… un lugar para identificar nuestras emociones y calmarlas con el fin de poder hacer la convivencia más tranquila y respetuosa.

Puede ser una alternativa al famoso «rincón de pensar», aunque muuuuuy diferente a éste (tanto en forma como en concepto). Y ser una herramienta más para sobrellevar las rabietas, tanto de pequeñxs como de adultxs.

A lxs niñxs les sirve para identificar mejor sus emociones y salir del desbordamiento sentimental en el que se encuentran, y a lxs adultxs de la casa a controlar nuestra ira y estrés a la vez que cultivamos dosis extra de paciencia.

Esta es nuestra Mesa de la Paz:

Mesa de la paz

Mesa de la paz

Como veis es muy sencilla de hacer. Se trata de buscar un lugar de la casa. No hace falta que sea muy grande, ni siquiera que sea una mesa como tal. Nosotras hemos utilizado un taburete de madera de 15 cm de altura al lado del sofá del salón y con esto nos vale.

Sobre la superficie hemos colocado un pañuelo brillante a modo de mantel y sobre él, elementos que nos pueden transmitir tranquilidad y bienestar.

Nosotras hemos optado por distintos elementos con utilidades diferentes:

  • Un par de pulseras brillantes de colores: Para ponértelas y sentir «la paz»
  • Un corazón de madera: (Este elemento lo eligió Zoe) para acercarlo al pecho y sentir las pulsaciones de nuestro corazón enfadado y poco a poco dejar que disminuya la velocidad.
  • Un espejito: Para ver nuestro reflejo rabioso y probar a cambiar el gesto ¡Nuestra sonrisa es más bonita!
  • Un cuarzo rosa (la piedra del amor): para sostenerla un ratito o mirar tras ella y ver el mundo desde otro punto.
  • Un elefante de goma: Para descargar nuestra rabia, estrés, frustración… puedes estrujarlo, morderlo, lanzarlo lejos… (eso sí, luego debe volver a su sitio para futuras veces)
  • Un foto familiar: En esta foto compartimos un momento feliz en familia, y debe ser esta la imagen que guardamos en nuestra mente sobre nosotrxs. Podemos mirarla y reconocernos en ese momento feliz.
  • Un piña: Este elemento natural irá cambiando según la estación en la que estemos. Aunque aún no ha llegado el otoño, lo tenemos a la vuelta de la esquina, así que hemos elegido una piña como símbolo de la naturaleza.

Los elementos pueden ser los que queráis, este es nuestro ejemplo de mesa. Pero en la blogosfera maternal hay infinidad de mesas de la paz que os pueden inspirar.

Espero que os guste y os animéis a crear la vuestra. Os aseguro que tiene mucha utilidad dentro de una crianza feliz y respetuosa. ¡Buen fin de semana!

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¿Conciliar? Tururú

Mis padres me llevaron por primera vez a una escuela infantil cuando ya tenía más de 3 años y medio, y por aquel entonces era una escuela infantil y no un «cole de mayores». Preescolar (ya en el centro escolar) comenzaba el curso en el que los niños y niñas cumplían 4 años y trataba de dos cursos completos, P4 y P5. Ya con seis años todo niño o niña viviente era escolarizado como marca la ley, en primer curso de primaria o EGB. Eso del homeschooling no se estilaba (o desde luego, si alguien elegía la opción de educar en casa guardaba el secreto como un tesoro). De unschooling ya ni hablamos.

De la escuela infantil no tengo apenas recuerdos, pero mi madre sí me ha contado mil veces que cada día, uno detrás de otro, y así todos los días del curso, me quedaba llorando a moco tendido cuando mi madre se alejaba y me dejaba en manos ajenas. Eso sí, en el momento que entraba en el aula mis lágrimas cesaban y muy «resignadita» dejaba que pasaran las horas hasta nuestro nuevo encuentro. ¡Tenía un cuento…! NO, dejaba de llorar porque al no estar mi madre, figura de apego seguro para mí, de nada servía mostrar mi tristeza a quien no podía consolarme. Yo quería que me secara las lágrimas mi madre, no me servía cualquier abrazo, quería su calor y sólo el suyo.

Hoy en día, parece que este desapego forzado debe darse mucho antes de los tres años y medio. Los gobernantes de este país piensan que la mejor medida de conciliación es abrir cada vez más escuelas infantiles desde 0 años. Yo creo que es porque no saben lo que significa la palabra conciliar. Conciliar es poder acompañar a tus hijxs en su desarroyo de aprendizaje natural y afectivo sin arriesgar tu carrera profesional, es decir, garantizar tu puesto de trabajo y sueldo sin que eso perjudique la infancia de tus hijxs. Para ellxs, lxs gobernantes, conciliar significa que tú sigas trabajando el mismo tiempo que antes en el lugar en el que lo hacías mientras otrxs cuidan de tus hijxs. ¡Pero qué mierda es esta!

La parlamentaria Licia Ronzulli con su hijo, durante una sesión en Bruselas

La parlamentaria Licia Ronzulli con su hijo, durante una sesión en Bruselas. Este es su modo de defender su derecho a conciliar.

En otros países de la unión europea, la infancia es prioridad y existen leyes de conciliación REAL. Para empezar los permisos de maternidad suelen durar una media de 2 años, sin que eso interfiera en la garantía del puesto y sueldo que los padres tenían. Pudiendo además compartir este permiso con la pareja, de forma que muchas familias deciden que la madre esté el primer año y el padre el segundo, por ejemplo.

En España los permisos de maternidad son irrisorios. 16 semanas con tu bebé y luego búscate la vida, amiga. Ni siquiera se respetan los 6 meses de lactancia exclusiva que promueve la OMS, y si quieres continuar ofreciéndole a tu hijx tu leche no te queda otra que ordeñarte tú misma o con un sacaleches en la oficina y a escondidas. Es devastador ver a mujeres embarazadas asistiendo a jornadas de puertas abiertas de las escuelas infantiles, antes de que nazca esa criatura ya están presentando solicitudes para que otrxs se hagan cargo de ellas mientras los padres trabajan. ¡Es de locos!

Este año mi hija de dos años ha comenzado en una escuela infantil diferente a la del año pasado. Ella tuvo que separarse de nosotros forzosamente con año y medio. Y este año, para nuestra sorpresa, va «al cole» tan feliz. Se despierta cada mañana con una sonrisa y casi sacándonos de casa para ver a Susana (su tutora) y sus nuevos amigos. Por un lado me voy a trabajar tranquila, pero por otro… no dejo de pensar en lo rápido que mi hija a interiorizado la separación y que tras un año (el pasado) de llantos constantes durante 5 largos meses hasta que consiguió «adaptarse» a su escuela, haya aceptado (y de buen grado, además) el separarse seis horas al día de sus progenitores.

No es justo.

No es justo que nuestrxs hijxs tengan que madurar a marchas forzadas. No es justo que entiendan lo que es la separación tan pronto. No es justo que les robemos su infancia en la forma que lo hacemos. No es justo que nos arrebaten un vínculo creado o por crear (muchos bebés pasan casi más horas en la escuela infantil que con sus padres). No es justo que vivan la resignación en sus pequeñas mentes y cuerpecitos. No es justo que no nos dejen conciliar de verdad.

Luego estxs bebés van al colegio y muchos se ven obligados a quedarse a clases extraescolares (que les viene muy bien) o incluso se acercan a recoger a sus padres del trabajo porque estos salen más tarde de trabajar que ellos del colegio. Y luego, cuando por fin todos los miembros del hogar se encuentran juntos para compartir tiempo, éste siempre es escaso: hay que limpiar la casa, ir a hacer la compra, hacer la comida del día siguiente… y deberes, montañas de deberes, infinidad de deberes… Volvemos a forzar su madurez. Volvemos a robarles la infancia que merecen.

¿Donde queda el tiempo de juego, de mimos, de guerras de almohadas y cosquillas? ¿Cuándo nos damos besos y abrazos? ¿Cuando compartimos una charla enriquecedora? ¿Qué pasa con el tiempo de placer que merecemos como seres humanos?

Nuestrxs hijxs son nuestrxs espejos. Nosotras y nosotros somos su filtro para entender el mundo y la forma en la que lo vivimos la vida les servirá de guía a ellxs. ¿Queremos que vivan su vida sintiéndose libres y dueñxs de su destino? ¿O atrapados en un sistema absurdo de producción y consumismo compulsivo?

Aquí os dejo algunas plataformas y peticiones para conseguir en España una conciliación real. No dejéis de asociaros y firmar, porque todo apoyo es poco. Merecemos una conciliación real, tanto padres y madres como hijos e hijas.

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Buscando el amor al otro lado del río

Hoy me he despertado con la terrible imagen de un niño sirio ahogado en las costas griegas tras huir de la guerra e intentad tomar tierra junto a otros muchos refugiados.

Sigo conmocionada, sin palabras, con un tremendo nudo en la garganta, llena de ira, de impotencia, desolada… Es una imagen que no me quito de la cabeza y sé que estará de por vida en mi memoria. Es tan horrible, ¡tanto! ¿Cómo se puede permitir? ¿Cómo habrá vivido este niño sus, qué tendrá, dos años de vida? ¿En qué condiciones habrá viajado para intentar huir del país donde nació y al que jamás querría volver? ¿Viajaría con su familia o sólo entre desconocidos? ¿Cuánto miedo habrá tenido?… Ningún niño debería morir huyendo de la guerra. La guerra: un sinsentido adultocéntrico y penoso, una locura de gente grande y cruel… ¿Qué culpa tiene un niño de esta mierda?

Yo os lo diré: ABSOLUTAMENTE NADA

Me avergüenzo de mi especie cuando veo gestos tan sumamente inhumanos como este.

Para intentar calmar mi agitado corazón y el de muchxs de vosotrxs, que seguro estáis como yo, os traigo una canción de amor hindú. Precisamente se trata de una canción sobre dos amantes en los extremos opuestos del río. La canción es como alguien que llama a otro a través de un largo río. Basado en una thumri, esta canción muestra cómo el río se ha convertido en el enemigo, ya que mantiene a los amantes separados.

Muchos y muchas de nosotrxs «al otro lado del río» recibiríamos, seguro, entre nuestros brazos a este niño y a otros muchos. Y la guerra se hace puñal en nuestros corazones cuando vemos a tantxs y tantxs refugiadxs huir «con lo puesto» a un futuro diferente…

Nadia – Nitin Sawhney

Kasturi tilakam
Lalat patle
Vashkh sthale kaustubham
Na sakre luv motikm
Kartale emm kare
Kankanam
Sarvange
Sarvange
Har chandanam sulalitam
Kanthecha mukta pali
Gopastri parihastita
Vijaya De
Gopal chhood mani

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Bairee Bhayrein (2)
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Nadiyaan Bairee Bhayrein
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Vacaciones, qué nombre más bonito tienes…

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El viernes cojo vacaciones.

Me encanta la última semana de curro, es como un devenir de horas en las que agradezco el paso del tiempo y disfruto pensando «ya queda menos, ya queda menos, ya queda menos…». ¿Conocéis esa sensación?

Me gusta cómo suenas: V A C A C I O N E S. Os invito a que pronunciéis la palabra varias veces, muy despacio, recreándoos en cada letra, sintiendo como la boca se abre a modo de bostezo… es más ¡bostezad si os apetece! las vacaciones están a la vuelta de la esquina. En vacaciones se puede bostezar y descansar y reir y gritar y bailar y cantar…

Pero sobre todo en vacaciones se puede disfrutar todas las horas del día de nuestrxs hijxs. Y es que me parece casi inhumano tener que perderme gran parte del día de mi hija Zoe el resto del año. Así que contando los minutos estoy para poder abrazarla siempre que nos apetezca a lo largo de la jornada.

¡Qué nombre tan bonito tienes, Vacaciones! Me traes a la mente los mejores momentos de mi vida. Eres sinónimo de libertad, de juegos, de trasnochar, de fiesta, de nuevas amistades, de reencuentros, de familia, de lluvia de estrellas, de emociones, de excursión, de playa, de montaña, de ver atardeceres y amaneceres, de lugares mágicos, de viajes que cambian la vida, de aventuras sin fin…

Ahora eres también sinónimo de pompas de jabón, de primas que se reencuentran y parece que se hayan visto ayer, de despertares tranquilos y amorosos, de caras manchadas de helado de «cocolate», de colección de conchas, de calle, calle y más calle, de churros de piscina, de cenas con amigos en el césped, de «besos de tres»…

Hace poco una compañera de trabajo decía que odiaba la palabra «vacaciones». Yo sin embargo viviría todo el año bajo su nombre. V A C A C I O N E S

Intentaré desconectar de las redes, no escribiré entradas en el blog durante el mes de agosto. Perdonadme si no doy señales de vida pero precisamente será porque esté VIVIENDO a tope mis vacaciones de verano. Y andaré preparando nuevos conciertos de cara a septiembre y octubre, que por cierto ya adelanto que habrá grandes acontecimientos en los últimos meses del año, como la participación de Cantando A Mamá en un movimiento global solidario por la cultura o conciertos especiales entre Madrid y el extremo norte del país… ¡Qué ganas de soltarlo! pero aún no.

Por supuesto estaré pendiente de la venta del disco «Theta», tanto la versión digital como la física, y los envíos no sufrirán demora en este mes de agosto. No os preocupéis. También mantendré operativo el correo electrónico para cualquier consulta , ya sabéis: cantandoamama@gmail.com

Espero que disfrutéis vosotrxs también de vuestros hijos e hijas en el periodo vacacional y hagáis honor a uno de los nombres más hermosos del mundo.

¡Hasta la vuelta!

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No quiero olvidar tus palabras de Dos

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Hoy he recordado esa preciosa entrada en el blog de Myriam Moya (En Minúsculas) titulada «Palabras que Crecen». Hoy he querido recoger de pronto todas esas palabras que mi hija dice con su ‘lengua de trapo’ y que no me gustaría olvidar. He querido, sin intención de plagiar la entrada de Myriam, más bien tomándola de inspiración, recoger todas las palabras que sé que un día dejará de pronunciar de esta manera, para acercarse a la comunicación estándar establecida… Ese día dejará de ser único su vocabulario y hablará «como todo el mundo». Me encanta oírla hablar, me encanta su forma de expresarse, de comunicarse conmigo y el resto del mundo. Me encanta la sensación de entender yo y sólo yo lo que quiere decir mientras el resto del planeta se pregunta «¿qué dice?».

Estas son algunas de las palabras que suenan de forma genuina en boca de Zoe y que no me gustaría olvidar:

  • Alora = Ahora
  • Xugá = Jugar
  • Fuento = Cuento
  • Pito = Abuelito
  • Pita = Abuelita
  • Canxón = Canción
  • Pichina = Piscina
  • Teto / titita = teta / tetita
  • Mocacone = Macarrones
  • ¿Qué ase? = ¿Qué haces?
  • Coxe = Coche
  • Api = Aúpame / arriba
  • Naxia = Gimnasia
  • Xituna = Aceituna
  • Aió = Adiós
  • = Pez
  • U Bisito = Un besito
  • U abaxo = Un abrazo
  • Ten = Tren
  • Pepi y Bai = Epi y Blas
  • Kekos = Conejos
  • Vevo = Huevo
  • Mamá, cuxa = Mamá, escucha
  • Cacaca = Naranja
  • Seuale = Cereales
  • Depasito = Despacito
  • Mu aandeee = Muy grande
  • Choe = Zoe

Tu voz suena en mi cabeza cuando te recuerdo, hija. Pienso que el tiempo se escurre bajo nuestros pies e intento recoger cada momento que vivo contigo, grabarlo en mi mente… No sólo las imágenes, también los sonidos, las sensaciones de amor infinito cada vez que con tus manitas coges mi cara y la acercas a la tuya para decirme «Te quero muxo, mamá»… creces deprisa, y de esto no me hablaron cuando preguntaba por lo que era ser madre.

Seguro que vuestrxs hijxs también inventan su vocabulario particular. ¿Lo queréis compartir?

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La historia de Rocío y su duelo por Isabel

Hay veces que me siento como Ana en Los amantes del Círculo Polar: «podría contar mi vida uniendo casualidades», siento que todo está conectado y que no hay una acción que no contribuya a una reacción aquí o en la otra punta del planeta.

Esta semana conocí la historia de Rocío Cuellar, una historia brutal llena de fortaleza, amor y despedida. Como me ha dejado tan impresionada, prefiero que leáis vosotrxs mismxs los textos que ella misma escribió en Duelo gestacional y perinatal y Crianza y contacto emocional y que a mi, personalmente me han hecho cruzar la dimensión de lo cotidiano.

Que Mis Pasos Me Lleven a Ti

Soy madre mariposa, para los que están familiarizados con el término es fácil saber que es.

Una mamá mariposa es una madre que ha perdido a su bebé, que ha tenido que aprender a ejercer la maternidad sin la presencia física de su hijo.


Es un camino muy duro y lleno de incomprensión. Es muy difícil seguir siendo su madre cuando no hay un cuerpo que abrazar, tantos besos que quedaron por dar, tanto amor por compartir.

En mayo de 2010 yo estaba a punto de participar en una carrera de montaña.

Soy trail runner, y había estado mucho tiempo preparándome para correr una prueba maravillosa: La Transvulcania Isla de La Palma de 28 km y 2000m de desnivel positivo. Allí estaba yo en la salida, con uno de mis ídolos a mi lado, Marco Olmo, un señor de 70 años cuya filosofía y capacidad en la montaña es un ejemplo para todos.

Esa carrera la terminé muy bien, nada podía decirme que justo un año después del 4 al 11 de mayo de 2011, estaría en el hospital diciéndole adiós a mi querida hija Isabel y convirtiéndome en la madre mariposa que ahora soy.

Después de que mi hija se fuera, pasaron tres largos años de verdadero sufrimiento y dolor. Un camino de incomprensión, tabú y rechazo.


Me despidieron de mi trabajo. Tuve que soportar que gente muy cercana se alegrase de la muerte de mi hija, ya que sufría una discapacidad y claro, según estas personas, fue una suerte que se muriera. También tuve que soportar, como todas las mamás mariposa a mucho imbécil, diciendo frases hechas, e incluso aprovechando la debilidad del momento para atacarme a conciencia.

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Al poco tiempo de irse Isabel me embarque en una FIV que maravillosamente salió bien, y así vino al mundo mi bebé arcoíris, mi querida hija Paloma.

Después de todo eso, dos embarazos, una muerte perinatal una FIV, depresión y tres años haciendo poco deporte, supusieron una devastación tal, que el recuperar mi cuerpo y mi mente se convirtió en una ingente tarea. Me toca recuperar mi peso, mi forma física, mis músculos, mi capacidad pulmonar y cardiaca. Ahora quiero que la recuperación de mi cuerpo, sea una representación física de miregreso como persona. Como un nuevo yo: “Cuando la oruga pensó que era su final, se convirtió en mariposa”.

El próximo 10 de mayo de 2015, coincidiendo con el cuarto aniversario del parto de mi hija muerta, voy a volver a ese camino.


Voy a salir de noche, con mi frontal en la cabeza desde el faro de Fuencaliente, voy a volver a subir esos 2000m de desnivel, veré amanecer subiendo la pendiente, pasare por los dos avituallamientos, Los Canarios y Las Deseadas, y cuando la gente mire mi dorsal para darme ánimos, gritarán su nombre, porque voy a correr con su nombre en el dorsal.

Cuando llegue al punto más alto, el Pico de Las Deseadas, dejaré una tarjeta con todas las palabras que nunca pude decirle y una bolsita con todos los besos que nunca pude darle, con la esperanza que esa altura,  2000m, sea paso obligado de los ángeles, lo vea y lo recoja.


Porque yo no se que hacer con todo eso, ni puedo dárselo a otra persona, ni siquiera a su hermana, porque era para ella y no he encontrado una forma mejor de dárselo, que subir hasta allí por mi propio pie y con mi propio esfuerzo.

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Cuando cruce la meta en el Refugio del Pilar, sabré que lo he conseguido y sabré que por unas horas he estado mas cerca de ella y de su amor.

Que mis pasos me lleven uno a uno hasta ella, que cada esfuerzo en la subida me acerque más, que mis pasos me lleven a ti hija mía.


También quiero con el esfuerzo físico rememorar ese terrible parto en el que se fue definitivamente de mi lado, diciéndole esta vez un hasta luego a su alma, porque volveremos a encontrarnos, de eso estoy convencida.

En esta tarea tengo dos magníficos ayudantes, mis entrenadores Juan Martin en carrera yPablo Álvarez en entreno funcional.  Ellos no lo saben pero los he elegido muyminuciosamente, porque cualquiera no puede participar en la tarea de prepararme para llevarle a mi hija las palabras y los besos. Ellos son los mejores para lo que yo busco y por eso están ahí conmigo. Aunque ellos creen que solo me están ayudando a correr una prueba, no son conscientes que eso es una tapadera, que el verdadero cometido es el de entregarle los besos y las palabras de amor a ella.

Que mis pasos me lleven a ti,

que mi corazón nunca se separe del tuyo,
que en mi vida no me permita ni un solo momento de no vivir en y por tu recuerdo,
que nunca me olvide que tu me hiciste madre,
que no pase un solo día en el que no lamente que no estés a mi lado,
que todo esto me sirva para ayudar a otras mujeres que les ha tocado pasar por la propia muerte sin morir,
que ojalá que cuando muera lo primero que sienta sea tu presencia y el amor incondicional que una tenemos por la otra.
Te querré siempre,

que mis pasos me lleven a ti princesa mía.
Y recuerda que tenemos una cita el próximo 10 de mayo de 2015, no faltes, mama estará allí.
Rocío Cuellar
Mamá de Isabel y Paloma

 

Y lo hizo. Cumplió su palabra y se entregó a la dureza del terreno y de su propia mente rota por el dolor en una carrera sin pausa. Tuvo compañía en su travesía, pero no os quiero adelantar a quién encontró en su camino. Os dejo la segunda parte:

 

Y mis pasos me llevaron a ella

Cargué mi camelback y los bastones, le di un beso a mi marido, me dijo “sé que lo vas a conseguir, nos vemos en el Refugio de El Pilar”.

Cerré la puerta de la habitación, eran las tres de la madrugada, di un paso y otro, comencé a abandonar la seguridad de mi familia, la comodidad de la mullida cama. Sabía lo que iba a hacer, estaba asustada, un paso y otro, uno tras otro, que mis pasos me lleven a tí pensaba.

El camino del duelo por la muerte de tu bebé es muy duro, es un desierto en el que no hay ninguna señal que te oriente y está lleno de depredadores, desde tu propia alma, familia, sociedad y entorno más cercano. Solo necesitas saber que tienes que seguir caminando, tener fe en que un día pisarás verde hierba, que no es la que tu querías pisar, pero es a la que te han dirigido tus pasos y tu periplo vital.

Llegó la guagua, nos subimos y en 10 minutos estábamos allí, en el faro de Fuencaliente, corrimos hasta uno de los laterales del Faro, hacía mucho viento y frio. Allí nos apretujamos unos con otros, terminé brazo con brazo con Helga, una austriaca que venía desde Salzburgo. En tres horas charlamos mucho, le conté porque corría y que llevaba banderas de otros bebés que se habían ido demasiado pronto.

Había decidido decir a todo el que se me acercase el porque de mi carrera. He decidido en mi vida que no voy a callarme respecto a este tema. Tengo dos hijas una viva y otra muerta y las dos son mis hijas y de las dos soy su madre.

Se oyó la señal de inicio de la carrera, a mi derecha estaba el mar, y las olas golpeando contra la orilla con dureza. Las olas era constantes, como al principio del duelo, que los tsunamis de dolor vienen de forma continua, casi no te dejan recuperarte de una a otra, así era como estaba el mar. Comencé a correr, una serpiente multicolor de frontales y luces rojas llenó la montaña, me dije a mi misma, Rocío tranquila que hay que llegar.

Rocio Cuellar y Pablo Alvarez Transvulcania 2015

Empecé a subir la pendiente a buen ritmo, no me pesaban las piernas, se nota todo el entrenamiento dirigido por Pablo Álvarez. Cuando me di cuenta había llegado al avituallamiento de Los Canarios en muy buen estado, iba cumpliendo mi promedio para llegar en tiempo a la meta.

La gente comenzó a gritarme a vitorearme, a animarme, yo les di las gracias a todos y les lancé un beso. Un voluntario con una pipa en la boca me miró con cara de risa y me dijo “eres la última”, y no, no lo era, pero no le contesté.

He decidido no dejarme influir más por las palabras de la gente que no me respeta. He decidido en mi vida que a quien no le interesa mi hija muerta ni mi duelo, no le intereso yo y que por tanto son personas que no quiero a mi lado.

Bebí agua, rellené mi camelback, recibí mucho ánimo de todas las personas que estaban allí, se me acercó Patricia, me dijo algo que no recuerdo que fue.

En el camino del duelo encuentras personas que te tienden una mano, que sienten tu dolor como suyo y te prestan su hombro para que te apoyes en él y puedas mantener tus rodillas derechas por el peso de tanta desgracia.

Seguí mi camino, muy bien, encaré las pendientes mucho mejor que en 2010. Iba muy feliz, sentía a mi hija conmigo, ella venía como brincando a mi lado, yo iba cantando, hablando con ella. Fue muy hermoso pasar todo ese tiempo solo con ella. Igual que cuando me quedo un día entero con mi hija Paloma. Esas horas eran para Isabel, ella había venido, estaba conmigo y ahora sé que ha venido para quedarse. Porque ahora soy capaz de verla con los ojos del corazón, y no de la cara, una paz inundó mi alma.

Rocio Cuellar 2015  TransvulcaniaFinalmente mis pasos se habían encontrado con los de ella y seguíamos las dos presurosas, montaña arriba, entre los pinos y el picón, celebrando nuestro reencuentro. Lloré de emoción ¿sería que había dejado de atravesar el desierto?, ¿sería que finalmente había concluido mi duelo?, ¿sería que había conseguido transformar el dolor en amor?, ¿sería que finalmente nos habíamos encontrado?.

Saludé a un señor muy amable y me preguntó si necesitaba agua o algo, le dije que no, que iba muy bien, le conté que corría por mi hija Isabel, que hacía cuatro años que se había muerto y que este era el funeral que no le había dado.

Seguí subiendo, pasé un puesto de Cruz Roja, volví a encontrarme a Patricia. Patricia Etxenagusia, aparejadora de Durango.

Se había sentado a tomar algo, hablé con ella y me preguntó si era la corredora escoba. Pensó que era la corredora escoba porque me había escuchado cantar y hablar en voz alta. Me reí, le dije que no y pensé que tal vez creía que estaba loca. Me dijo que era vasca y entonces yo le dije que ser vasco y buen montañero que no tenía mérito, que era como ser negro y correr bien, y nos volvimos a reir.

Patricia se quedó sentada y yo proseguí. Me adentré a mas altitud, comenzaron a desaparecer los árboles, comencé a subir una pendiente muy pronunciada, muy larga, con arena suelta y tierra volcánica, muchísimo calor y ralenticé el paso.

Creía que no iba a llegar, me había quedado sin fuerzas, mi cabeza no pensaba bien. Iba contando los pasos de cien en cien. Mucha gente que iba delante mía comenzó a retirarse, con vómitos algunos, otros cansados. Y pensé, Rocío afloja que tu idea es llegar. Ralenticé más mi paso, ya casi no me entraban los geles, pero no podía dejar de beber agua, lo peor era deshidratarme, mi estómago estaba un poco afectado por todo.

Hay momentos en el duelo por un hijo que te sientes igual, que sientes que no puedes más, que estás de rodillas ante la vida. Sientes que vas a abandonar, que no tienes motivos por los cuales seguir. No hay señales, solo los depredadores de tu mente.

Entonces apareció Patricia de nuevo. Algunas veces en el camino del duelo, cuando crees que no puedes más, una mano amiga, otra mujer, otra madre, como Patricia Etxenagusia, aparece de la nada y te ayuda a seguir adelante.

Ella me comentó algo acerca del calor y la dureza. Yo le dije que había que llegar arriba porque tenía que dejar unas banderas y ella me preguntó que si lo que iba a hacer era una especie de promesa o algo así. Le dije que si, que si lo hacía yo era como si lo hicieran las otras mamás. Y entonces se volteó hacia a mí y me dijo que si era así que me acompañaba para que no fuese sola, porque le había convencido mi idea.

Así sin más, es como hace la gente que te ayuda en el camino del duelo, así sin más se ponen a caminar a tu lado y te dirigen por un camino sin señales.

A partir de ese momento sabía que llegaría y sabía que mi Isabel me había mandado a Patricia para acabar mi carrera. A partir de ese momento todo fue más fácil, sabíamos ya que íbamos bastante fuera de tiempo, pero no nos importaba.

Un poco más adelante me paré, tenía que cambiarme. Es curioso pero siempre tengo problemas con que se me adelanta la regla y ese mes precisamente se me atrasó y fue ese mismo día el que mas sangré, igual que en ese parto, cuatro años antes, ese mismo día, mi cuerpo sangraba porque ella se había ido. Ahora sangraba recibiéndola, porque ya siempre estaremos juntas.

Seguimos mi inseparable Patricia y yo caminando, llegamos al avituallamiento de Las Deseadas. Fueron todos amabilísimos. Un señor nos dijo que estábamos fuera de tiempo, que solo quedaba media hora para que cerrase la meta y que aún nos quedaban 7 km. Le dijimos que queríamos continuar, le contamos cual era nuestra misión y se conmovieron.

Es muy bonito encontrar a buena gente en el camino de tu duelo, yo los encontré durante la carrera. A la buena gente también le pasan cosas malas.

Me encanta esa frase de Bruce Lee que dice:

“Esperar que la vida te trate bien porque eres buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque porque eres vegetariano”.

Proseguimos nuestro camino, subimos la pendiente que separa el avituallamiento del alto de Las Deseadas, y una vez en la cima, no era igual que cuando yo subí hace cinco años, era diferente. No estaban los postes donde yo quería dejar la bandera. Avanzamos Patricia y yo para ver un buen sitio. Y entonces lo vi. Un punto geodésico.

Unos días antes de la carrera Georgina González, una madre mariposa valiente, me escribió desde México. Había tenido un sueño conmigo. Que llegaba a una explanada y que no llevaba prisa, que estaba feliz y tranquila, y que dejé allí las banderas. Y así fue, estoy convencida que mi Isabel me dio un mensaje a través de ella, porque así mismo fue.

Rocio Cuellar Transvulcania 2015     Rocio Cuellar  2015 Transvulcania conseguido

Puse las banderolas de mi hija, de todos los bebés que llevaba conmigo, confeccionadas por sus madres, hermanos. Y sentí que estábamos pulverizando el silencio, pensé que les estábamos haciendo justicia y prometí que nunca daría un paso atrás en esta lucha.

Rocio Cuellar Transvulcania 2015 Homenaje a nuestros hijos    Rocio Cuellar Transvulcania 2015 Banderines

Lo demás ya lo conocen, bajé desde Las Deseadas al Refugio de El Pilar tranquilamente, junto a Patricia. Cuando llegamos a meta, estaban allí el marido de Patricia, mi arcoíris y mi marido.

Rocio Cuellar Transvulcania 2015 metaCrucé la línea de chips, y pasé por debajo del arco de meta, había llegado, así sin pena ni gloria. Estaba rota, pero con mi alma llena de amor, y con la sensación de haber cerrado un bucle.

Le estaba contando a mi marido que habíamos dejado las banderas en la cima y entonces una mujer de la organización, me agarró la mano, con sus ojos llenos de lágrimas y me dijo “ya se quién eres” y en su mirada lo entendí todo.

Devolví el chip, me senté, hidraté y comí algo. Abracé a mi arcoíris.

Decidimos llevar a Patricia y a su marido al hotel, después de todo es lo menos que podíamos hacer después de lo que había hecho ella.

Mientras nos dirigíamos al coche, cruzando la carretera, una mariposa naranja y marrón vino a verme.

Me acordé de la de preciosa frase de René Trossero:

“No te mueras con tus muertos; muÉstrales mas bien, que como el árbol podado en el invierno, lejos de morirte, retoñas vistiendo tu desnudez, devolviendo frutos por heridas”

Miré la mariposa, no le dije nada a nadie, pero yo sabía que era una señal, eso significaba que había salido del desierto, que estaba pisando hierba verde. Significaba que mis pasos me habían llevado a ella, que mi corazón ya nunca se separaría del suyo, que siempre seria su madre aunque no pudiese abrazarla como a su hermana.

Significaba que había llegado a meta, significa que mi alma puede descansar, significa que siempre, siempre estaremos juntas, y que solo la muerte, podrá unirnos más.

Significaba que finalmente mis pasos me habían llevado a ella.

A los pocos días de regresar de La Palma, pedí cita con un osteópata. Le pedí que me rectificase el coxis, que estaba torcido desde el parto de Isabel.

No había querido ir antes, porque ese dolor físico era lo único que me quedaba de ella.

Entré en la consulta y salí de allí con mi coxis en su sitio y sin dolores.

Porque al final del camino y después de todo, mi hija nunca ha sido dolor, sino amor.

El amor más grande que puede haber en el mundo, que me hace atravesar montañas y regresar desde el infierno para renacer siendo una mujer diferente.

Y sobre todo para hacerle el mejor regalo a mi bebé estrella y a mi familia y a mi misma, ser feliz a pesar de que ella no está físicamente.

Que mis pasos me lleven a ti, que mi corazón no se separe del tuyo, ahora sé que lo he conseguido.

Isabel

 

Rocío Cuellar es una madre trail runner tenirfeña muy activa actualmente. Tiene muchísimo que ofrecer a otras madres sobre deporte con bebés. Conoce su blog Training Mamás

Quiero volver a agradecer a Rocío el que compartiera con otrxs su historia, y su generosidad al portar con ella mensajes de otras familias para sus bebés. Es impresionante. Sigo vibrando con estos relatos hoy.

Y ahora vuelvo al comienzo de la reflexión en este post, y es que cuando leí la historia de Rocío sentí que la letra que escribí para «Nuestro lugar» cobraba de pronto total sentido. La canción que compuse en relación a la pérdida de un hijo/a habla de trazar un camino de vuelta a la vida guardando el recuerdo de un hijo/a que ya no está en un lugar propio y especial.

Rocío trazó su camino de vuelta físicamente, paso tras paso… un camino conocido, que trazó una vez antes de pensar si quiera en ser madre. El camino de vuelta para cerrar su duelo la llevó muchos metros por encima del mar para acercarse a su hija Isabel y dejarle en ese lugar todo el amor que guardaba para ella.

Rocío, hoy comparto de nuevo esta canción y te la dedico amorosamente desde Madrid.

Y trazando el camino de vuelta entendí que tu paso en mi vida es todo fuerza.
aprendí del miedo que hiela que al final el amor que me dejas me calienta.

Hoy me siento capaz de poder otra vez caminar.
Para mí es un honor que me eligieras como tu mamá.
Y lo que ya viví es un regalo que supe apreciar,
para siempre estará guardado en ese lugar.
 
Y trazando el camino de vuelta me encuentro contigo y tu me cuentas apenas sin hablar
que trazando tu camino de vuelta encontraste familias que te contaron apenas sin hablar
que trazando sus caminos de vuelta encontraron a otros y les contaron apenas sin hablar
 
Que se sienten capaces de poder otra vez caminar.
Es todo un honor que les eligieran como sus papás.
La experiencia vital es un regalo que nunca olvidar,
para siempre estará guardado en ese lugar.
 
Nuestro lugar
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