Cuando todos los días son San Valentín

Sabéis a qué me refiero, ¿verdad?

Mariposas en el estómago, una cara de tonta continua, pensar que el mundo es un lugar seguro y maravilloso, sentirte en conexión con el universo… ¡Exacto! Te has enamorado. Cuando te encuentras en este estado de plenitud, todos los días son «de los enamorados». Yo vivo ese momento ahora. Decidí tomarme un año de excedencia en mi trabajo para vivir mi historia de amor a tope. Disfrutando cada día de mi cachorra, de mi cría, el ser más grande que conozco en el cuerpo más pequeño. Y cada día nuestro amor crece, llena el ambiente de color naranja, crea raíces más profundas en nuestros corazones, cubre cada hueco vacío que se encuentra…

Dicen que el amor de/por un hij@ es algo indescriptible, «otra cosa», va más allá, está fuera de todo lo conocido… Yo creo que es el amor más puro, más sincero. No hay trampa. Es simple.

Te amo y punto. Te amo sin barreras. Te amo sin juicios ni prejuicios. Te amo sin condiciones. Te amo sin necesidad de recibir amor a cambio. Te amo sin sentimentalismos. Te amo con todo lo que eres y con todo lo que soy. Te amo por siempre jamás. Te amo sin dudas. Te amo sin paternalismo. Te amo entera. Te amo cada cachito. Te amo sin reloj. Te amo aquí y en todas partes, cerca y lejos. Te amo sin costumbre. Te amo libre. Te amo desde mis entrañas. Te amo a lo kamikaze. Te amo sin trampa ni cartón. Te amo sin miedo. Te amo sin cadenas. Te amo por todo lo alto y a ras del suelo. Te amo y te re-amo. Te amo sin excusas… Te amo y punto.

Para que me entendáis mejor cada día suena en mí una de mis canciones favoritas. Aquí os la dejo para que os enamoréis una y otra vez.

Para mí desde que nació mi hija, el mundo es un lugar amable donde quedarse a vivir. No voy a hacer maletas. Aquí me quedo. A tu lado. Viviendo el amor día a día. Dejándome impregnar por tu luz. Siguiéndote orgullosa de saber que elegí el mejor camino.

Te amo Zoe.

Amor infinito

¡Feliz día del amor a tod@s!

Desde que soy madre

Desde que soy madre no veo las noticias, ni ningún programa de televisión. No enciendo la tele. No voy a manifestaciones ni hablo de política. Desde que soy madre no me maquillo ni me pongo tacones. Tampoco he ido al cine en este tiempo. No salgo de noche y he dejado de beber alcohol. No fumo, no me drogo, no me interesa. No leo novelas, ni revistas, ni abro el periódico. No me he enganchado a ninguna serie bajada de internet. Desde que soy madre no voy «de compras» ni me importa «estar guapa». No soporto ningún sujetador con aros o relleno. No hago deporte. Tampoco me he dado ningún baño relajante. No recuerdo lo que significa «tiempo libre». No hago planes ni tengo una rutina fijada para cada día. Desde que soy madre no he experimentado en la cocina con una nueva receta. No sé lo que es dormir del tirón. Ya no escucho música por la calle ni voy a conciertos. No he viajado fuera de la península. No he cogido ningún avión ni ningún tren. No me he separado mas de dos horas de Zoe. No sé lo que es estar sola.

embarazo

Desde que soy madre me río más veces al día. siento que la vida es más simple y sencilla. Me deleito con la brisa de la mañana y tu pelo naranja ondeando al compás. Me he hecho experta en cambiar pañales a buen ritmo. Tengo sueños extraños que comunican muchas cosas. Valoro los buenos gestos y las buenas palabras más que nunca y detesto a la gente de negro corazón. He entendido a mi madre. Escucho más y hablo menos. Siento que he conectado con la crianza más básica: porteo a mi bebé, duermo con ella, atiendo sus llamadas… Desde que soy madre aprendo cada día contigo. Improviso con facilidad. Me emociono con más facilidad. Me he dado cuenta de la función real de partes de mi cuerpo como es el pecho o mi vagina. Observo el paso del tiempo con cada estación, me encanta ver caer las hojas en otoño o el brillo del sol sobre el agua del mar en verano. Soy más creativa. Descubro la fuerza que tengo, el aguante y la resistencia día a día. Leo más blogs que nunca. Me siento en red. Soy más generosa. Desde que soy madre siento un cierto cariño hacia mis ojeras. He dejado de ser escrupulosa y perdido el pudor por lo escatológico. Me ducho a velocidad del rayo y no me dejo ningún rincón del cuerpo por enjuagar. He conocido a gente interesante, a mujeres sabias y a madres maravillosas. Creo que los detalles aportan realidad a la vida y veo en lo pequeño la grandeza del Mundo. He notado que tengo más paciencia, muuuuucha más paciencia. Como más sano. He vuelto a experimentar la capacidad de asombrarme, se sorprenderme. Vivo cada momento más consciente. Me he enamorado otra vez de una forma que no he experimentado nunca. Desde qué soy madre siento que puedo cambiar el Mundo.

¿Qué ha cambiado la maternidad en tu vida?