Llevo mucho tiempo sin escribir una entrada nueva en el blog. Pero este no es un post de disculpa.
Siento que Cantando a Mamá ha sufrido una evolución importante. El proyecto se encuentra, como muchxs sabéis, en un periodo de nueva entrega, de nuevas canciones. A fuego lento surgen nuevas letras y melodías que me muero por mostraros pero que necesitan de un cuidado y un mimo especiales, porque, al igual que «Theta», hablan de mi experiencia vital, y en este caso, además, nacen de La Herida, de La Sombra, así que merecen un tiempo de cura…do.
En cualquier caso, tengo menos necesidad de escribir sobre maternidad «primal», que quizás es lo que muchas mujeres esperan leer en un blog llamado «Cantando a mamá». Porque mi maternidad ya no es novata: no pienso en calostro, ni meconio, ni en primeros cuidados, ni en postparto inmediato, ni en cólicos, ni en grupos de sillas para el coche, ni en dentición, ni en oxitocina y endorfinas…
Soy una madre que en su día 35 de ciclo necesita menstruar desesperadamente. Este dato dista muchísimo un puerperio de una crianza de cuatro años. No soy la misma Beatriz. Y de esto siento que no hablamos. La menstruación es un tabú de por sí, pero si además le añadimos maternidad, el cóctel es radicalmente más oculto. Hay mujeres ahí fuera que en este momento están menstruando; otras están menstruando y trabajando fuera (o dentro o las dos cosas) de casa; y otras menstrúan al tiempo que sienten cómo se le empapan de leche los discos de lactancia mientras dejan a sus hijxs en manos de otrxs y se meten en una oficina 8 horas.
No se nota, no huele, no mancha, no perturba… Pero EXISTE.
Hay mujeres que viven en una transición compleja donde el cóctel hormonal de la maternidad y crianza se cruza y entremezcla con el necesario para poder menstruar. Son opuestos pero capaces de convivir en un solo cuerpo y si además de nuestras hormonas juntamos las de nuestrxs hijxs en pleno desarrollo vital y emocional, la bomba está asegurada. Para sentirnos menos impotentes y algo útiles, nos hacemos cursos de disciplina positiva, leemos sobre el cerebro del niño, visionamos lives en facebook titulados «mi hijo me desafía», incluso nos inscribimos en un taller de «coñoescritura» para saber decirnos desde el cuerpo de mujeres y por si fuera poco componemos canciones sobre nuestra herida de madres en el siglo XXI. ¡¿QUÉ MÁS?!
Podemos hacer cualquier cosa que se nos ocurra para entendernos y vivir conscientemente esta neurótica y maravillosa etapa de nuestras vidas, pero en el fondo siento que en un sistema patriarcal como el nuestro, que oprime y destierra a la periferia la maternidad, los cuidados y la femineidad, cualquier gesto de coherencia es absolutamente heroico.
¿De qué sirve escribirlo aquí si lejos de estas líneas seguiremos enterrando bajo mil capas de seca tierra gris la sangre que de nuestros úteros mana o la leche de nuestras tetas?…
…Hoy ha amanecido lluvioso en Madrid. A veces, la tierra después de la lluvia, queda removida.
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Hace cuatro años, a esta hora, miraba a mi hija a los ojos por primera vez. Y por primera vez aparecía un sol radiante en el cielo tras muchos días de lluvia. Del mismo modo otro sol redondo y caliente me invadió a mí también mientras la oxitocina galopaba por mis venas, mientras te sostenía por primera vez entre mis brazos y admiraba cada pliegue de piel, cada pelo, ese antifaz de vérnix caseosa que hacía resbalar tu cuerpo sobre el mío…
La primavera llegó ese día a nuestra casa. La vida eclosionó en esos cinco metros cuadrados con una fuerza inolvidable. Fue un inicio de vida impaciente e imparable. Como tú.
Anoche quisiste dormir “en la cama grande”, con papá y mamá. De algún modo has querido amanecer hoy en la misma cama donde aterrizaste aquel 6 de abril, trayendo contigo de algún lugar desconocido toda esa alegría y fuerza. Trajiste toda la primavera contigo. Eres tan poderosa, hija…
Llevo varios días encontrándome piedras en los bolsillos de mi abrigo. A cualquier persona le parecería extraño, sin embargo, mi primer pensamiento al rozarlas con los dedos las mañanas de frío en las que meto las manos en los bolsillos es: Zoe.
Entonces una sonrisa se dibuja en mi cara y empiezo el día con el corazón bien rojo (como dicen en una de mis películas favoritas). Y es que mi hija recoge piedras en el patio de su colegio para mí. Lleva haciéndolo varias semanas. Las elige, se las guarda y a la salida del colegio las mete en mi bolsillo diciendo “esta para ti”. También recoge piedras para su padre y para ella misma.
Podríamos pensar “¿otra piedra más?, ¡no lo aguanto! Toda la casa llena de piedrecitas. ¡A la basura!”, pero la realidad es que, a mí, me hace especial ilusión. La sola idea de imaginar a mi hija escogiendo con cuidado el regalo que encuentra a su alcance día a día para mí, guardándolo en sus bolsillos como el mayor tesoro hasta la hora de la salida y su cara inocente al verme, llena de amor y nervios mientras me dice “tengo una cosa para ti, mamá” hace que mi corazón bombee diferente. Estos detalles aportan realidad a mi vida. Me llenan de amor.
Esto es el amor: encontrar piedras en mis bolsillos.
Si hay algo casi mas dañino que la culpa en la maternidad y crianza, creo que es la generalización. Hoy se comenta por todos lados las declaraciones de una mujer muy mediática, que ha sido recientemente madre de mellizos y ha escrito un libro en el que asegura que ‘tener hijos es perder calidad de vida’. Una afirmación muy generalizada para una experiencia concreta (la suya) en la cual se basa otra generalización: “Hay un relato único de la maternidad como un estado idílico, que no coincide con la realidad y estigmatiza a las mujeres”.
Yo me pregunto si esta mujer tiene apoyo. Y no me refiero al apoyo de su familia o al apoyo de su pareja. Me refiero a una red maternal con la que debatir sobre estos temas, llorar, reír, compartir el agotamiento extremo, o escribirse a través de mensajes de whatsapps a las 5 de la madrugada. Porque no existe para nada un relato único de la maternidad, y menos un relato idílico. No por lo menos en la red donde yo me muevo y me consta que muchas mujeres. Lejos de juzgar su opinión, la valido y reconozco que la maternidad es muy bruta, diría que en mi experiencia lo más bruto que viviré jamas (y solo tengo una niña), pero no me atrevería a generalizar mi experiencia.
Luego está el tema de perder o no calidad de vida. Esto es igual de personal, empezando por qué es calidad de vida para cada cual. En mi caso creo que he cambiado la percepción de lo que es calidad de vida para mí. Antes de tener hijos pensaba que calidad de vida era estabilidad laboral, una casa confortable a la que llegar tras una jornada de trabajo y una buena cena con mi pareja mientras veíamos una peli cómodamente. Ahora, para mí, calidad de vida es tener tiempo. Tan básico como eso. Y ese tiempo pasarlo con mi hija. Claro que necesito tiempo para mí, y lo busco y lo encuentro. Eso también lo tenía antes de ser madre. Pero nunca imaginé lo que podría disfrutar saltando charcos con ella, o acurrucándome a su cuerpecito bajo el edredón antes de irme a trabajar cada mañana y observar cómo duerme, o mirando con detenimiento un reguero de hormigas que afanosas llevan ramas y hojas diminutas a su hormiguero, o haciendo un castillo de arena a la orilla del mar, o haciendo una guerra de cosquillas… Todo esto, también es calidad de vida para mí y cada vez más.
Creo que la maternidad necesita de unos cuidados extra hacia la madre que pocas veces se llevan a cabo (estoy generalizando ahora yo, jijiji). Es cierto que para que una madre pueda disfrutar de la calidad que la vida le ofrece en esta nueva etapa, necesita de personas que acompañen esa calidad:
Una mujer no puede meterse en la bañera con su hijo de año y medio y jugar a salpicarse o contar cuentos acuáticos si no hay alguien haciendo la cena para todos tras el baño. No puede irse a saltar charcos con su niña de 4 años si no hay alguien haciendo la compra de la semana. No puede dormir aprovechando una siesta mañanera de su bebé de 5 meses tras una noche de insomnio si tiene que ir a trabajar fuera de casa porque en este país no existen políticas enfocadas al cuidado que permitan permisos de maternidad más amplios…
Ya cansa un poco el discurso de «la madre arrepentida». Entiendo que es una moda como otra cualquiera. Resulta que ahora, muchas mujeres están diciendo que su vida se ha visto destrozada por la llegada de sus criaturas. ¡Ni que hubieran parido a Donald Trump! Por favor, por respeto a la infancia y sobre todo por respeto a nosotras mismas y nuestra transformación como mujeres cíclicas y cambiantes veo injusto que se reniegue de los hijos e hijas de la forma en la que se está haciendo.
Hay mujeres que deciden no ser madres y otras que deciden tener 12 hijxs. Perfecto. Pero dejemos de generalizar, la maternidad esto, la maternidad lo otro… me aburro, de verdad.
Qué diferente sería si cada una tuviéramos la confianza de hablar desde las entrañas sobre nuestra experiencia sin generalizar, sin juicios ni auto juicios, con la libertad de encontrar al otro lado simplemente a alguien dispuesto a escuchar sin espectativas. Y desde luego, encontrar el espacio merecido para disfrutar de una vida de calidad. Esta foto que mi amiga Andrea Irles me hizo en Bulgaria resume la mía:
No es un error del corrector de texto. Habéis leído bien: autocoñocimiento. De hecho el corrector quiere cambiar la Ñ por la N, como si el coño fuera algo innombrable o como si no tuviéramos derecho las mujeres a auto conocernos en el aspecto físico-mental-emocional que nos dé la gana en el momento que nos dé la gana. Porque tras la maternidad, ahora que mi hija tiene casi cuatro y no tengo intención a corto-medio plazo volver a embarazarme, me apetece adentrarme en mi mundo cíclico menstrual y aprender de mí, mirarme lejos, profundo, y conectar de nuevo conmigo en toda mi esencia.
Pues eso, este año promete en cuanto a explorar la sombraluz que habita bajo mis bragas, un viaje sin retorno en el que me daré de la mano a mí misma para caminar acompañada y profundizar en mi cuerpo de mujer, cambiante, cíclica, sangrante y creativo. Para ello me he hecho con un arsenal de material inspirador que me guiará y ayudará a autocoñocerme:
Acabo de terminar de leer el valiente libro de Erika Irusta, «Diario de un cuerpo» y llevo llorando desde ayer. Un libro que ahonda en las entrañas de una mujer cíclica como yo, tejido desde las entrañas, las mismas de las que, en mi caso, nació «Theta» y las que están jugando un papel principal en el proceso del segundo disco de cantando a mamá. Me ha emocionado La Verdad con la que escupe las palabras elegidas en cada página y la generosidad de esta mujer al abrirse en canal y servirnos (a las lectoras) su herida abierta en bandeja. ¿Ahora que hago yo con todo esto, Erika? Pues, como adelantabas en las últimas páginas, tu herida ha abierto otra en mí y solo puedo ya ungir mis dedos en ella para encontrar la forma de supurarla y sanar… En eso estoy. En eso emplearé las horas de este año 2017. Me he suscrito a su programa educativo Soy1Soy4 para enterarme la primera de cuando quede alguna plaza y unirme así a la comunidad online.
Los reyes de las noches mágicas también me dejaron la Agenda Menstrual de Loreto Contreras Herrera, de la cual llevo detrás varios años y por fin está en mis manos. He decidido usarla a modo de «diario de (este) cuerpo» y seguiré algunas pautas que E. Irusta aconseja en su libro a la hora de hacer un seguimiento de tu ciclo.
Otro regalo bonito e inspirador que he recibido estas navidades ha sido «VULVAS» de Laura Serradilla. Un cuaderno de dibujo para adultxs, en el que aparecen mandalas que parecen representar vulvas. En palabras de la autora «Ofrecer imágenes simbólicas que no estén prefijadas bajo estereotipos heteropatriarcales, y generar nuestro propio discurso visual, nos hará más libres para conquistar nuestro cuerpo y relacionarnos con él». 🙂
Este fin de semana me embarco en un viaje de autoconocimiento importante gracias al Taller de Re-evolución Femenina que imparten la ilustradora superchiflante Raquel Riba Rossy (creadora del personaje de cómic Lola de Vendetta) y los coaches Ana Cascales y Sebastián Trujillo, en Madrid. El programa promete y estoy deseando que llegue el sábado para re-evolucionar.
Y para terminar, ayer me llegó una joya (en todos los sentidos de la palabra): un collar de plata totalmente artesano, con forma de molécula de oxitocina. Ainhoa Urdiales Rossi es la artesana, ArteManos su sello y Espacio Vida el núcleo que facilita su distribución desde la isla de Las Palmas a todo el mundo. La oxitocina es la hormona del amor y el placer por excelencia, responsable de las contracciones uterinas durante el orgasmo, el parto y la fase menstrual, y de la eyección de la leche durante la lactancia materna. Además es una hormona presente en el cuerpo de las mujeres en momentos de puro placer mental y creativo. Colgará de mi cuello en muchos momentos del año, especialmente en cada concierto. Fijaos y veréis…
Espero que todas estas cositas os sirvan de inspiración como me servirán a mí y os animo a adentraros en el viaje al autoconocimiento, que diga, autocoñocimiento (puto corrector).
Desde que soy madre me encanta la idea del Calendario de Adviento, de organizar la cuenta atrás hasta nochebuena y de llenarnos de planes geniales para cada día de Diciembre.
El otro día leyendo el blog de Beatriz Millán, me di cuenta de que Diciembre estaba al caer y no habíamos hecho el nuestro, así que el lunes, de vuelta del cole, encontramos una rama de árbol caída en el suelo y le propuse a Zoe hacer esa tarde nuestro calendario. La idea la cogí de este otro blog, pero por falta de tiempo nos quedó un poco más artesano que el original.
Llegamos a casa, pintamos juntas la rama de muchos colores y la dejamos secar. Después recortamos 24 cartulinas dobles brillantes de nuestro papel decorativo MALA de Ikea y con un rotulador permanente marcamos los 24 días. En la parte interior de cada cartulina escribí un plan para hacer en familia (decorar la casa de navidad, hacer galletas de avena, coger el naviluz, pintar y enviar christmas para la familia, ir a la biblioteca a por cuentos navideños…).
No hemos incluido ningún regalo físico ni golosinas. Para eso está ya Papá Noel y los Reyes Magos y todos los encuentros navideños familiares donde abundarán el turrón y la buena comida.
La idea del calendario es pasar tiempo de calidad en familia. A veces el plan es a lo grande (hoy vamos al circo a ver Navidades en el Price) y otras son planes más sencillos y no por eso menos especiales (hoy en casa jugamos con la caja de villancicos). También nos encantan los planes del tipo “ahora mismo, abrazo conjunto en familia” u “hoy pintamos algo que nos da mucho miedo y lo tiramos a la basura”. Al final se trata de usar el tiempo hacia el auto cuidado y el goce y placer en familia. Sentir que nos queremos y nos encanta pasar tiempo juntos.
Este es el resultado de nuestro Calendario de Adviento. Espero que os guste:
Un año más, Rivas Vaciamadrid, organiza una jornada muy especial en noviembre. Mes en el que esta localidad celebra la aprobación de la «Convención sobre los derechos del niño». El ayuntamiento de Rivas desde hace tres años lleva conmemorando este hito con la organización de actividades durante todo el mes que giran en torno a los derechos de la infancia y que llaman “La Infancia por Derecho”. Os dejo el programa completo de actividades aquí.
Y este año, como ya sucedió otra vez, Cantando a mamá ofrecerá un concierto gratis para las familias que así lo quieran, el sábado 26 de noviembre, a las 17:00h en su ya conocida IV Jornada de Crianza Respetuosa, Maternidad y Paternidad.
Además del concierto, habrá muchas otras actividades de interés el mismo día, como las conferencias del neuropsicólogo y psicoterapeuta Álvaro Bilbao que hablará sobre la salud cerebral para padres e hijos y de la autora canadiense del libro “Educar en el asombro” Catherine L’Ecuyer (las cuales no me pienso perder), así como la iniciativa “madres al micro” donde 6 mujeres hablarán sobre su experiencia de maternidad. Además habrá opción de practicar yoga-pilates gracias a Lilipeq Ocio en Familia y de conocer el reciente Espacio Ubuntú de crianza.
Este año, además, hay algunas novedades destacadas como traducción simultánea para personas con discapacidad auditiva y descuentos por segundo participante.
Cuando imaginaba a mi hija (antes de quedarme embarazada incluso) nunca le hubiera pintado el pelo naranja. Conocía los escasos casos de mi familia extensa con este gen pero nunca pensé que yo lo heredaría (aunque no se manifiesta) y mucho menos que mi descendencia fuera pelirroja. Pero así es. Y ¡me encanta! No lo puedo negar.
He leído infinidad de historias acerca de lxs pelirrojxs: que si son más sensibles al dolor por calor o frío; que desarrollan su propia vitamina D sin necesidad de exposición solar; que a diferencia de la mayoría de las personas, necesitan alrededor de un 20% extra de anestesia para una intervención quirúrgica… desde luego son especiales y poco frecuentes (2,1% en todo el mundo) Por eso muchas películas eligen este color de pelo para sus protagonistas.
Y sin darnos cuenta, en casa, tenemos una serie de películas favoritas con personajes femeninos pelirrojos y protagonistas que nos requetechiflan. Aquí van algunas de la lista:
PONYO EN EL ACANTILADO
Esta preciosa película de animación del genio Hayao Miyazaki nos tiene enamoradas. Digamos que es la versión rebelde de “la sirenita” de Disney. Así que si queréis una alternativa a esa película no dejéis de ver ésta. La protagonista es una niña pez que escapa de las profundidades del mar para vivir junto a su amigo Sosuke. Ella misma descubre que tiene poder para adoptar la forma que quiera (niña o pez). Nos encanta porque por un lado Ponyo toma sus propias decisiones y por otro Sosuke ama a su amiga en cualquiera de sus formas. Además la felicidad de la protagonista desemboca un tsunami lo cual es perfecto para abordar las emociones brutas y puras de nuestros hijos. El resto de personajes son geniales también, desde la madre de Sosuke, Lisa, una mujer independiente, fuerte y que transmite una crianza basada en la confianza hacia su hijo; pasando por el padre de Ponyo, un hombre que renunció a su especie tras enamorarse de la diosa del mar y que dedica su vida a mejorar la calidad del agua; hasta las ancianas de la residencia donde trabaja Lisa, las cuales adoran a Sosuke y viven una vida contemplativa y respetada.
BRAVE INDOMABLE
Este clásico de Disney nos tiene el corazón dividido. Por un lado el personaje de la princesa Brave nos mola, se hace dueña de su destino y evita un casamiento forzoso. Además le gusta vivir libre, cabalgar hasta el anochecer y deshacerse de todas las ataduras que supone su principado. El pelo de la princesa es tan rebelde como ella misma y se enreda en millones de bucles rojos sin fin. Sin embargo la moraleja de la peli hace que creamos a Brave culpable de la maldición que sufre su madre por no atender a sus exigencias precisamente y por privarla de libertad. Con lo cual… en casa dejamos de ver la película. Además a Zoe le da mucho miedo cuando la madre se convierte en oso (lógicamente). Aun así el tema principal nos chifla y lo cantamos de vez en cuando.
LOS NIÑOS LOBO
Nos encanta. El cine de animación japonés es maravilloso. Sus tiempos, sus planos, el tratado de las emociones… Nos sorprende además que en esta peli se abordan temas como el unschooling, el porteo ergonómico, el parto en casa, la búsqueda de identidad, la maternidad agotadora y realista, el respeto hacia las decisiones de los hijos e hijas y el duelo. Es una película maravillosa en la que una humana se enamora de un hombre lobo y tienen dos preciosos niños lobo. La niña, Yuki, podemos decir que tiene el pelo caoba así que la aceptamos como pelirroja. Jijijii Y desde luego es protagonista, ya que es ella misma la que narra la historia de su madre y la forma en la que los crió a ella y a su hermano Ame. Absolutamente imperdible. Un apunte: la canción final en los créditos es una nana con un texto delicioso, que en nuestra casa cantamos en un perfecto japonés 😉
EL SECRETO DEL LIBRO DE KELLS
Esta película tiene un personaje protagonista pelirrojo, pero esta vez masculino: Brendan. Se trata de un niño monje de 12 años que vive en una abadía fortificada (Kells) y ayuda al hermano Aidan a terminar un excepcional libro de miniaturas para lo cual dispone de un talento increíble. A pesar de la oposición de su tío, para poder acabar el libro, escapa de la abadía y vive enormes aventuras. En el camino encuentra al hada Aisling, dueña del bosque y ayudanta indispensable para la misión de Brendan. Esta película nos gusta porque habla de afrontar nuestros miedos, de confiar en nuestro talento y habilidades por mucho que nos digan lo contrario y luchar por nuestros sueños. Además es de una estética impecable e hipnótica gracias a sus trazos simétricos y en forma de mandala.
SHREK
Hablamos de la primera entrega. No es de nuestras favoritas, pero le tenemos un cariño especial porque fue la primera película que Zoe vio de principio a fin y en un cine pequeño muy especial. Aunque aquí el protagonista es un ogro con la autoestima dañada, incapaz de relacionarse con los demás, al cual le han arrebatado su vida tranquila y solitaria; el personaje pelirrojo que nos interesa es la princesa Fiona. Por el día es la típica princesa de cuento y por la noche se convierte en un ogro. No conoce cuál es su verdadero aspecto y nos molesta un poco que sólo pueda saberse si recibe un beso de amor verdadero. Es una película que rompe con infinidad de tópicos de los cuentos de hadas, sin embargo éste lo perpetúan (…) En cualquier caso nos gusta que Fiona, incluso en su aspecto diurno, es una princesa fuera de lo común. Finalmente descubrimos que es un ogro, al igual que Shrek y deciden vivir una vida juntos en la “agradable” ciénaga.
WILLOW
Reconozco que esta película todavía no la hemos visto en familia. Es la única de la lista que no es de animación y además forma parte de mi archivo juvenil de los 90’. La mítica cinta de Ron Howard cuenta la historia de un aprendiz de mago en una aparente acogedora y tranquila aldea, hasta que sus hijos encuentran a un bebé flotando en el río. Este bebé resulta ser la princesa (pelirroja) Elora Danan, la que según la profecía acabará con la malvada Reina Bavmorda. Para proteger la aldea, Willow, acompañado de un grupo de guerreros trazará el mítico “el viaje del héroe” y conseguirá encontrar una familia humana para la princesa. Nos encanta que sea una preciosa bebita pelirroja la que revolucione las vidas del resto de personajes. Al fin y al cabo, esto mismo hizo Zoe con las nuestras.
El pasado 19 de octubre se proclamó #miércolesnegro. Desde plataformas feministas de todo el mundo se convocaron concentraciones, proclamas y manifestaciones para denunciar una vez más el feminicidio que día a día sufrimos en el mundo en que vivimos.
Y es que, en Argentina, una niña de 16 años ha sido asesinada brutalmente y sus heridas fueron tan sobrehumanas que murió incapaz de soportar el dolor. La drogaron y empalaron hasta la muerte.
¿Cómo te explico esto, Zoe?
Estuve decidida a asistir a la concentración que se dio en Madrid como repulsa hacia éste y tantos otros miles de feminicidios que se dan a diario en el mundo. No tenía con quién dejar a Zoe y pensé en llevármela. Pero finalmente decidí que no. Todas vestiríamos de negro y gritaríamos «¡nos queremos vivas!». Pensé que en su pequeña mente pura como el sol, no cabría esta realidad…
Todas estas preguntas asaltaban mi mente. Me imaginaba a Zoe, con la curiosidad que la caracteriza, preguntándome a cerca de todo lo que allí sucedería. Sus tres años y medio hacen que en este momento ¡quiera saberlo todo! «¿Dónde va el agua que cae por el desagüe?, ¿cómo funcionan las pilas?, ¿Por qué hay nubes de diferentes colores?, ¿qué hacen las hormigas cuando entran en sus agujeros?, ¿Cuándo vas a volver?, ….
A todo esto puedo contestarte ahora, o encontrar a tu lado una respuesta, pero cómo responder al ¿por qué nos matan?
Necesito que tu mundo sea un lugar amable todavía, quiero que vivas en ese lugar donde las mujeres son libres, donde las niñas no tienen miedo. Ése en el que vives ahora. No quiero sacarte tan pronto… Hay mucho tipo de violencia en el mundo, sí. Pero una que te afecta tan directamente, que atenta contra tus derechos humanos, que discrimina tu esencia y te deja en un plano muy inferior, que está además en todas partes y con la que te toparás antes de darme cuenta, en la escuela, en la calle… (si es que no te la has topado ya). ¡Qué tontería! Clatro que te la has topado. Recuerdo más de una escena en la que ya de bebé alguien comentaba “niña y pelirroja. Va a tener más peligro… a esta la vais a tener que atar en corto” (…)
Cómo explicarte que
cobrarás menos que tus compañeros de clase
te someterás a discriminación laboral en edad fértil
puede que te llamen marimacho si juegas al futbol en el patio del colegio
puede que te llamen puta si enseñas demasiada carne
puede que te llamen puritana si vistes con cuello alto
el por qué llevarás las llaves entre los nudillos a modo de arma, de vuelta a casa tras un concierto
serás acosada por la calle día y noche
el amor romántico es una trampa
la exposición de tu vello corporal no la decidirás tú
tu cuerpo no te pertenece
harás malabares para ser madre y criar como quieras
nos matan por ser mujeres
…
No puedo hacerlo. No ahora. No todavía.
De momento mamá seguirá en lucha contra las violencias machistas, hijas directas del patriarcado, e intentará ser parte del cambio. Lamento no haberte traído al mundo igualitario que te mereces, mi amor. ¿Caminamos juntas para conseguirlo?
Me encanta esta semana del año. La Semana Mundial de la Lactancia Materna es una manifestación tan reivindicativa de nuestro cuerpo de mujeres… Nada puede competir con este “súper poder” nuestro de fabricar leche. Así de simple, no hay alimento más idóneo para nuestras criaturas ni acción más anti sistema que dar la teta.
Sin embrago a mí me pilla esta semana en un momento de despedida de lactancia. Mi hija y yo estamos transitando un periodo de destete parcial en el que las tomas se reducen a día de hoy a un abrazo de leche nocturno, hasta coger el sueño y alguna que otra pequeña toma a media noche. Una lactancia que como muchxs sabéis por el blog y las canciones o porque habéis compartido esos momentos conmigo, que no siempre fue placentera. Tuvo dificultades en sus comienzos, dolor, frustración, angustia, lágrimas… pero poco a poco y gracias a mujeres sabias que me rodearon, a los maravillosos probióticos de Juan Miguel y al buen asesoramiento, la lactancia se instauró y pudimos disfrutar de ella. Tanto, que así llevamos 3 años y 6 meses.
Este año el lema es: Lactancia Materna, clave para el desarrollo sostenible.
Y es que desde la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA) defienden que la lactancia materna es el alimento más ecológico, económico y equitativo que existe. De hecho contribuye a alcanzar los Objetivos establecidos por la ONU para un desarrollo sostenible:
Lucha contra la pobreza: es el método de alimentación más natural y de bajo coste.
Cero hambre y desnutrición: La lactancia materna exclusiva y continuada por dos años o más, proporciona nutrientes de alta calidad y una adecuada energía. Puede ayudar a prevenir el hambre, la desnutrición y la obesidad. La lactancia materna también significa seguridad alimentaria para la niñez.
Buena salud y bienestar: La lactancia materna mejora significativamente la salud, el desarrollo y la supervivencia de lactantes, niñas y niños. También contribuye a mejorar la salud y el bienestar de las madres, tanto a corto como a largo plazo.
Educación:contribuye a un adecuado desarrollo cognitivo y mental de modo que ayuda al aprendizaje.
Equidad de género: La lactancia materna devuelve a las mujeres el poder de proveer alimento por sí mismas a sus hijos e hijas, asumiendo el control sobre el proceso y disfrutando de él. Además la lactancia materna asegura un inicio vital igual para niños y niñas.
Consumo y producción responsables: La lactancia materna es una fuente de nutrición y sustento sostenible, saludable, viable, no contaminante y no depredadora de recursos. La lactancia materna es ecológica, a diferencia de la alimentación con fórmula. La producción de fórmulas implica producción lechera que ejerce presión sobre los recursos naturales y contribuye a emisiones de carbono y al cambio climático.
Agua potable y saneamiento: La leche materna asegura una fuente de hidratación en condiciones higiénico sanitarias perfectas y no requiere de una fuente de agua potable como sí ocurre con la lactancia artificial.
Crecimiento económico, empleo, industria e infraestructura: las mujeres lactantes que reciben de las empresas y empleadores políticas adecuadas de compatibilidad de lactancia, vida familiar y trabajo están más vinculadas a su puesto y son más productivas. Los espacios e infraestructuras de las ciudades y trabajos también deben adaptarse a las necesidades de las madres lactantes.
Reducción de desigualdades: La lactancia debe ser promovida, protegida y apoyada para todas las mujeres, especialmente aquellas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad socioeconómica.
Ciudades y comunidades sostenibles:en un mundo cada vez más urbanizado y menos humanizado es necesario que madres y lactantes sean bienvenidos en todos los espacios públicos.
Acción contra el cambio climático: La lactancia materna salvaguardia la salud y nutrición infantil en tiempos de adversidad y desastres relacionados con el cambio climático debido al calentamiento global.
Paz y Justicia:La lactancia materna está consagrada en muchos marcos y convenciones de derechos humanos. Se necesitan leyes y políticas nacionales para proteger y apoyar a las madres y lactantes, y para garantizar el respeto de sus derechos.
El domingo estuve celebrando la Fiesta de la Lactancia 2016 en Granada junto a las activistas de Mamilactancia Grupo de apoyo a la lactancia materna. Ofrecí un concierto para familias en el parque Federico García Lorca junto a otras actividades y el momento de cantar “Amor de Leche” mientras se llevó a cabo la tetada pública fue algo mágico. Aquí os dejo un vídeo-resumen de lo que se vivió esa mañana en Granada.
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